¿De qué se trata? Se trata de un papiro de 26 páginas encontrado en Egipto en 1978 y que ha rodado por los círculos de anticuarios, pero cuyo contenido y edad se desconocían hasta ahora, en que la National Geographic Society los ha dado a conocer al público.
Según el documento presentado en Washington por la fundación en abril de 2006, días antes del inicio de la Semana Santa , Judas no fue el traidor que vendió a Jesús por unas monedas sino el discípulo privilegiado al que encarga la misión más difícil: sacrificarlo.
National Geographic Society ha invertido cientos de miles de dólares en una operación que reunió a paleontólogos, restauradores, arqueólogos, académicos y traductores en la recuperación del mencionado documento. Según los análisis del carbono 14, la tinta, el estilo de escritura y el contenido, sus investigadores concluyen que se trata de un texto escrito alrededor del año 300, más de 250 años después del suicidio de Judas.
Los textos son una traducción del siglo IV al dialecto sahídico del idioma copto de un original griego del siglo II. El copto era la lengua más utilizada por los cristianos egipcios a partir del siglo III.
El texto atribuido a Judas se encuentra en un códice de 66 páginas, más de un tercio del cual es ilegible, y que contiene otras tres obras. Dos de ellas (el Primer Apocalipsis de Santiago, y la Epístola a Felipe, atribuida a San Pedro) son obras gnósticas ya conocidas por los hallazgos de Nag Hammadi (1945). La tercera es un fragmento de un texto desconocido, titulado provisionalmente Libro de Alógenes. El papiro se encuentra sumamente deteriorado: algunas partes del texto se han perdido y otras se conservan sólo fragmentariamente. Veintiséis de las 66 páginas corresponden al llamado “evangelio de Judas”.
¿Desde cuándo se conoce el texto? El “evangelio de Judas” pertenece a la época y a la secta de los gnósticos del desierto de Egipto de la segunda mitad del siglo II cuando una enorme cantidad de textos con «nuevas revelaciones» quisieron colocarse por encima de los auténticos y verdaderos Evangelios que dieron origen al cristianismo. Todos estos textos fueron analizados en su tiempo por la Iglesia del siglo II y desautorizados por sus falsedades. En la antigüedad era muy frecuente, tanto entre los judíos como entre los cristianos o los griegos, atribuir un escrito a un personaje famoso para darle mayor autoridad. Es lo que se denomina la pseudoepigrafía o falsa atribución. En los papiros estudiados en ningún lugar se dice explícitamente que «Judas» haya sido el autor de los mismos. El manuscrito es una copia de un documento redactado por la secta gnóstica de los primeros siglos del cristianismo llamada de «cainitas» (seguidores de Caín).
Éste documento es citado por San Ireneo de Lyón en su obra «Contra los herejes», escrita en torno al año 185, pero que en su título original nos hace ver el verdadero fin de su escrito: «Desenmascaramiento y derrocamiento de la pretendida, pero falsa gnosis».
Cronología del texto
1970. Un antiguo papiro o manuscrito, conteniendo el evangelio de Judas, es encontrado por locales cerca de El Minya , Egipto.
1978. El códice es vendido a un anticuario egipcio de El Cairo.
Mayo 1983. El anticuario egipcio ofrece en venta el códice a un grupo de expertos en Ginebra, Suiza. El precio es demasiado alto.
Feb/Mar 84. El anticuario egipcio pone el códice en venta en Nueva York, sin resultado; pone el códice en la caja de seguridad de un banco en Hicksville, N.Y., donde permanece por 16 años
Abril 2000. Frieda Nussberger-Tchacos, anticuaria de Zürich, Suiza, compra el códice.
Abril 2000. La Biblioteca Beinecke Rare Book and Manuscript de la Universidad de Yale verifica el códice que contiene el Evangelio de Judas, pero decide no comprarlo.
Feb. 2001. Tchacos transfiere el códice a la Maecenas Foundation for Ancient Art, Basilea, Suiza.
Julio 2001. El presidente de la Maecenas Foundation , Mario Roberty pide al experto en Copto: Rodolphe Kasser que lidere la transcripción y traducción del códice del Copto; mientras que la conservadora Florence Darbre es la responsable de las tareas de preservación del códice.
Ago. 2004. El Gobierno Egipcio acepta la donación del códice al Museo Copto de El Cairo. El códice retornará a Egipto una vez que haya sido exhibido al público.
Ene. 2005. El análisis de radiocarbono del papiro y el cuero del códice realizado por la Universidad de Arizona, señalan que el documento data de entre el año 220 y 340 después de Cristo.
Ene. 2006. El análisis de la tinta realizado por McCrone Associates Inc., Chicago, muestra que la misma, contiene componentes que datan de los siglos III y IV.
Feb. 2006. Mediante Imágenes Multiespectrales (MSI), un proceso utilizado para determinar la naturaleza y modificaciones de textos antiguos, conducido en Suiza por Gene A. Ware del Papyrological Imaging Lab de Brigham Young University, se descubre que el papiro sobre el cual el códice fue escrito es similar por su forma a otros papiros antiguos analizados con esta tecnología. Ware concluye que las características del códice responden a un documento egipcio de origen remoto, auténtico.
Feb. 2006. Media página faltante del Evangelio aparece en la ciudad de Nueva York. Es fotografiada, transcripta y traducida.
Abril 2006. Las páginas del Códice son develadas públicamente por primera vez en la sede central de la National Geographic Society en Washington, D.C.
¿Qué dice el texto? El documento pretende presentar a Judas Iscariote de manera positiva y le describe obedeciendo una supuesta orden divina de entregar a Jesús a las autoridades para la salvación del mundo. En él se ve a Judas como "el único discípulo que conocería la identidad verdadera de Jesús.
¿A quiénes pertenece este texto? Los gnósticos eran una secta ecléctica: tomaban elementos del judaísmo, del cristianismo, de la religión del actual Irán, de la filosofía griega, y amasaban una doctrina para liberar al ser humano de todas las angustias de esta vida material. La palabra «gnosis» proviene del griego y quiere decir: conocimiento. «Serás mejor que todos los demás», le habría dicho Jesús a Judas en referencia a sus discípulos, «porque sacrificarás el cuerpo de hombre del que estoy revestido». Este concepto es propio de los gnósticos llamados «cainitas»: Judas, al entregar a Jesús a la muerte, facilita su salida del cuerpo aparente y la liberación de la divinidad que llevaba dentro.
Sus principales errores son:
- La explicación del mundo material por una complicada jerarquía de seres que se encuentran entre la materia y el Dios del cual han emanado en decadencia.
- Valoración totalmente negativa de la materia.
- Introducción del mal en el mundo por un ser intermedio.
- La inmaterialidad de Jesús.
- El cuerpo de Jesús habría sido solamente aparente para poder manifestarse a los hombres.
- Concepción antropológica dualista (el cuerpo es malo y el espíritu es bueno).
- La salvación consiste en asimilar un conocimiento supuestamente oculto y que es revelado a ciertos «escogidos».
Las sectas gnósticas atribuyen a Dios el haber creador un mundo defectuoso, desordenado y, por lo tanto, con sufrimiento. Por esto, son partidarios de la rehabilitación de figuras del Antiguo Testamento como Caín, que mató a su hermano Abel, y Esaú, el hermano mayor de Jacob, que vendió sus derechos de primogenitura por un plato de lentejas. Judas entra perfectamente en la visión gnóstica que muestra que Dios quiere el mal del mundo.
Es necesario recordar que San Ireneo enseñaba que el “evangelio de Judas” era herético, y que había causado divisiones en la iglesia de aquellos primeros siglos de nuestra era. San Ireneo sostenía que el “evangelio de Judas” era una “historia ficticia” que la secta de los cainitas había escrito “en el estilo de los evangelios”. Los cainitas, según nos advierte San Ireneo, creían que Judas tenía conocimientos secretos, y que la meta de Judas era “causar confusión en los cielos y en la tierra”.
¿Qué valor tienen estos escritos? Ante todo, el texto es producto de la imaginación fantasiosa del autor y nada tiene que ver con el auténtico testimonio de los apóstoles que leemos en los cuatro Evangelios canónicos y en los textos del Nuevo Testamento que se refieren a las noticias y testimonios de aquellos que estuvieron junto a Jesús de Nazaret y que vivieron con él, paso a paso, todos los acontecimientos más importantes de su vida entre nosotros. En los auténticos Evangelios reconocidos por la Iglesia hay un testimonio unánime: la traición de Judas, su arrepentimiento y su trágica muerte, no tenemos motivos para pensar que siguió vivo o que escribió un supuesto evangelio.
Los textos gnósticos no son documentos cristianos en sí, ya que proceden de una secta sincretista que incorporó elementos de diferentes religiones, incluyendo el cristianismo. Desde el momento de su aparición, la comunidad cristiana rechazó estos documentos por su incompatibilidad con la fe cristiana. El «evangelio de Judas» es un documento de este tipo, que tiene valor histórico, en la medida en que contribuye al conocimiento del movimiento gnóstico (siglo II-III), pero no puede aportar a los conocimientos sobre la vida de Jesucristo y de la comunidad apostólica.
¿Dónde se pueden encontrar estos textos? Uno puede ir a cualquier librería católica y obtener una copia de los evangelios gnósticos. Los cristianos desde siempre han sabido que no son verdaderos, mas nunca ha habido intento de esconderlos, sino solo de evitar el error.
Según el documento presentado en Washington por la fundación en abril de 2006, días antes del inicio de la Semana Santa , Judas no fue el traidor que vendió a Jesús por unas monedas sino el discípulo privilegiado al que encarga la misión más difícil: sacrificarlo.
National Geographic Society ha invertido cientos de miles de dólares en una operación que reunió a paleontólogos, restauradores, arqueólogos, académicos y traductores en la recuperación del mencionado documento. Según los análisis del carbono 14, la tinta, el estilo de escritura y el contenido, sus investigadores concluyen que se trata de un texto escrito alrededor del año 300, más de 250 años después del suicidio de Judas.
Los textos son una traducción del siglo IV al dialecto sahídico del idioma copto de un original griego del siglo II. El copto era la lengua más utilizada por los cristianos egipcios a partir del siglo III.
El texto atribuido a Judas se encuentra en un códice de 66 páginas, más de un tercio del cual es ilegible, y que contiene otras tres obras. Dos de ellas (el Primer Apocalipsis de Santiago, y la Epístola a Felipe, atribuida a San Pedro) son obras gnósticas ya conocidas por los hallazgos de Nag Hammadi (1945). La tercera es un fragmento de un texto desconocido, titulado provisionalmente Libro de Alógenes. El papiro se encuentra sumamente deteriorado: algunas partes del texto se han perdido y otras se conservan sólo fragmentariamente. Veintiséis de las 66 páginas corresponden al llamado “evangelio de Judas”.
¿Desde cuándo se conoce el texto? El “evangelio de Judas” pertenece a la época y a la secta de los gnósticos del desierto de Egipto de la segunda mitad del siglo II cuando una enorme cantidad de textos con «nuevas revelaciones» quisieron colocarse por encima de los auténticos y verdaderos Evangelios que dieron origen al cristianismo. Todos estos textos fueron analizados en su tiempo por la Iglesia del siglo II y desautorizados por sus falsedades. En la antigüedad era muy frecuente, tanto entre los judíos como entre los cristianos o los griegos, atribuir un escrito a un personaje famoso para darle mayor autoridad. Es lo que se denomina la pseudoepigrafía o falsa atribución. En los papiros estudiados en ningún lugar se dice explícitamente que «Judas» haya sido el autor de los mismos. El manuscrito es una copia de un documento redactado por la secta gnóstica de los primeros siglos del cristianismo llamada de «cainitas» (seguidores de Caín).
Éste documento es citado por San Ireneo de Lyón en su obra «Contra los herejes», escrita en torno al año 185, pero que en su título original nos hace ver el verdadero fin de su escrito: «Desenmascaramiento y derrocamiento de la pretendida, pero falsa gnosis».
Cronología del texto
1970. Un antiguo papiro o manuscrito, conteniendo el evangelio de Judas, es encontrado por locales cerca de El Minya , Egipto.
1978. El códice es vendido a un anticuario egipcio de El Cairo.
Mayo 1983. El anticuario egipcio ofrece en venta el códice a un grupo de expertos en Ginebra, Suiza. El precio es demasiado alto.
Feb/Mar 84. El anticuario egipcio pone el códice en venta en Nueva York, sin resultado; pone el códice en la caja de seguridad de un banco en Hicksville, N.Y., donde permanece por 16 años
Abril 2000. Frieda Nussberger-Tchacos, anticuaria de Zürich, Suiza, compra el códice.
Abril 2000. La Biblioteca Beinecke Rare Book and Manuscript de la Universidad de Yale verifica el códice que contiene el Evangelio de Judas, pero decide no comprarlo.
Feb. 2001. Tchacos transfiere el códice a la Maecenas Foundation for Ancient Art, Basilea, Suiza.
Julio 2001. El presidente de la Maecenas Foundation , Mario Roberty pide al experto en Copto: Rodolphe Kasser que lidere la transcripción y traducción del códice del Copto; mientras que la conservadora Florence Darbre es la responsable de las tareas de preservación del códice.
Ago. 2004. El Gobierno Egipcio acepta la donación del códice al Museo Copto de El Cairo. El códice retornará a Egipto una vez que haya sido exhibido al público.
Ene. 2005. El análisis de radiocarbono del papiro y el cuero del códice realizado por la Universidad de Arizona, señalan que el documento data de entre el año 220 y 340 después de Cristo.
Ene. 2006. El análisis de la tinta realizado por McCrone Associates Inc., Chicago, muestra que la misma, contiene componentes que datan de los siglos III y IV.
Feb. 2006. Mediante Imágenes Multiespectrales (MSI), un proceso utilizado para determinar la naturaleza y modificaciones de textos antiguos, conducido en Suiza por Gene A. Ware del Papyrological Imaging Lab de Brigham Young University, se descubre que el papiro sobre el cual el códice fue escrito es similar por su forma a otros papiros antiguos analizados con esta tecnología. Ware concluye que las características del códice responden a un documento egipcio de origen remoto, auténtico.
Feb. 2006. Media página faltante del Evangelio aparece en la ciudad de Nueva York. Es fotografiada, transcripta y traducida.
Abril 2006. Las páginas del Códice son develadas públicamente por primera vez en la sede central de la National Geographic Society en Washington, D.C.
¿Qué dice el texto? El documento pretende presentar a Judas Iscariote de manera positiva y le describe obedeciendo una supuesta orden divina de entregar a Jesús a las autoridades para la salvación del mundo. En él se ve a Judas como "el único discípulo que conocería la identidad verdadera de Jesús.
¿A quiénes pertenece este texto? Los gnósticos eran una secta ecléctica: tomaban elementos del judaísmo, del cristianismo, de la religión del actual Irán, de la filosofía griega, y amasaban una doctrina para liberar al ser humano de todas las angustias de esta vida material. La palabra «gnosis» proviene del griego y quiere decir: conocimiento. «Serás mejor que todos los demás», le habría dicho Jesús a Judas en referencia a sus discípulos, «porque sacrificarás el cuerpo de hombre del que estoy revestido». Este concepto es propio de los gnósticos llamados «cainitas»: Judas, al entregar a Jesús a la muerte, facilita su salida del cuerpo aparente y la liberación de la divinidad que llevaba dentro.
Sus principales errores son:
- La explicación del mundo material por una complicada jerarquía de seres que se encuentran entre la materia y el Dios del cual han emanado en decadencia.
- Valoración totalmente negativa de la materia.
- Introducción del mal en el mundo por un ser intermedio.
- La inmaterialidad de Jesús.
- El cuerpo de Jesús habría sido solamente aparente para poder manifestarse a los hombres.
- Concepción antropológica dualista (el cuerpo es malo y el espíritu es bueno).
- La salvación consiste en asimilar un conocimiento supuestamente oculto y que es revelado a ciertos «escogidos».
Las sectas gnósticas atribuyen a Dios el haber creador un mundo defectuoso, desordenado y, por lo tanto, con sufrimiento. Por esto, son partidarios de la rehabilitación de figuras del Antiguo Testamento como Caín, que mató a su hermano Abel, y Esaú, el hermano mayor de Jacob, que vendió sus derechos de primogenitura por un plato de lentejas. Judas entra perfectamente en la visión gnóstica que muestra que Dios quiere el mal del mundo.
Es necesario recordar que San Ireneo enseñaba que el “evangelio de Judas” era herético, y que había causado divisiones en la iglesia de aquellos primeros siglos de nuestra era. San Ireneo sostenía que el “evangelio de Judas” era una “historia ficticia” que la secta de los cainitas había escrito “en el estilo de los evangelios”. Los cainitas, según nos advierte San Ireneo, creían que Judas tenía conocimientos secretos, y que la meta de Judas era “causar confusión en los cielos y en la tierra”.
¿Qué valor tienen estos escritos? Ante todo, el texto es producto de la imaginación fantasiosa del autor y nada tiene que ver con el auténtico testimonio de los apóstoles que leemos en los cuatro Evangelios canónicos y en los textos del Nuevo Testamento que se refieren a las noticias y testimonios de aquellos que estuvieron junto a Jesús de Nazaret y que vivieron con él, paso a paso, todos los acontecimientos más importantes de su vida entre nosotros. En los auténticos Evangelios reconocidos por la Iglesia hay un testimonio unánime: la traición de Judas, su arrepentimiento y su trágica muerte, no tenemos motivos para pensar que siguió vivo o que escribió un supuesto evangelio.
Los textos gnósticos no son documentos cristianos en sí, ya que proceden de una secta sincretista que incorporó elementos de diferentes religiones, incluyendo el cristianismo. Desde el momento de su aparición, la comunidad cristiana rechazó estos documentos por su incompatibilidad con la fe cristiana. El «evangelio de Judas» es un documento de este tipo, que tiene valor histórico, en la medida en que contribuye al conocimiento del movimiento gnóstico (siglo II-III), pero no puede aportar a los conocimientos sobre la vida de Jesucristo y de la comunidad apostólica.
¿Dónde se pueden encontrar estos textos? Uno puede ir a cualquier librería católica y obtener una copia de los evangelios gnósticos. Los cristianos desde siempre han sabido que no son verdaderos, mas nunca ha habido intento de esconderlos, sino solo de evitar el error.
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