domingo, 10 de agosto de 2008

LA MENTIRA

Sermón Domingo XIII después de Pentecostés - Agosto 2008

Queridos fieles, HEMOS HABLADO LA SEMANA PASADA SOBRE LA LENGUA, uno de los grandes dones que Dios nos ha dado. ¡vimos CUÁNTAS COSAS BUENAS PODEMOS HACER CON ELLA!
Con ella podemos transmitir la fe, expresar y defender la verdad; con ella podemos consolar, aconsejar, manifestar nuestro amor a Dios y al prójimo; PERO TAMBIÉN HEMOS VISTO COMO ESTE DON INESTIMABLE DE DIOS, el hombre, que todo lo trastorna y pervierte, lo cambia, a fuerza de abusos, en instrumento de muerte. ¡CUÁNTOS PECADOS, CUÁNTAS TORPEZAS SE PROFIEREN CON LA LENGUA!
PARA AYUDARNOS A DETESTAR más los pecados que provienen de la lengua, PARA QUE NOS ANIMEMOS MÁS a combatirlos y a extirparlos de nosotros, comencemos poco a poco a ver cada uno de estos pecados de la lengua. HOY ESTUDIEMOS EL PECADO DE LA MENTIRA, vicio tan común hoy en día.

Dice la Sagrada Escritura: “El Señor aborrece los labios mentirosos”(Prov.12,22). Y SIN EMBARGO, VEMOS CON DOLOR, que la mayor parte de los católicos hacen muy poco caso de las mentiras, y las profieren a cada paso, unas veces por broma, otras veces para excusar faltas propias ó ajenas; hasta se les llama “mentiras piadosas” para tratar de disminuir su gravedad, pero de piadosas no tienen nada, pues son malditas.

Por todo esto, y para así ADQUIRIR MAYOR CONOCIMIENTO Y ODIO CONTRA LA MENTIRA, veamos los siguientes puntos:
1) ¿Qué es la mentira?
2) ¿Cuántos tipos hay de mentiras?
3) ¿Cómo ha hablado Dios contra la mentira?
4) ¿Qué tan grave es la mentira?

I) ¿QUÉ ES LA MENTIRA?
La mentira es hija de Satanás, pues él es el padre de la mentira en todas sus acepciones. “Fue el demonio el que inventó la mentira, sin haberla oído a nadie” (San Agustín).
La mentira es una epidemia universal que aleja al Espíritu Santo de las almas que la llevan consigo.
Una vez dijo Nuestro Señor a una santa mujer: “La mentira es un enemigo capital del alma que esconde su deformidad, pasando por pequeño y por menos horrible de lo que es. Mucha almas no temen la mentira, la ven sin terror, es más, la ven sin la menor repugnancia, siendo ella una serpiente envenenada que daña al alma, y con secreta malicia la va inclinando por medio de la frialdad y de la tibieza al pecado mortal.”

LA MENTIRA es cuando uno habla contra lo que uno piensa, con intención de perjudicar o de engañar.
LA MENTIRA PUEDE EXPRESARSE con palabras, con señales y gestos, con escritos, con maneras de actuar, y a veces hasta con el silencio.
SE PUEDE INCLUSO MENTIR DICIENDO LA VERDAD; por ejemplo: si uno afirma como verdadera una cosa que en realidad sí es verdadera pero que él cree que es falsa.

II) ¿CUÁNTOS TIPOS HAY DE MENTIRAS?
Hay tres tipos de mentiras, división que se hace según el motivo ó el fin por el que la persona miente: mentira jocosa, mentira oficiosa y la mentira perniciosa.
LA MENTIRA JOCOSA es la que se dice para bromear ó para divertir a los demás;
LA MENTIRA OFICIOSA es la que se dice para sacar algún provecho para uno mismo ó para utilidad de otro;
Y LA MENTIRA PERNICIOSA es la que se dice con intención o peligro de perjudicar al prójimo.
Cuando la mentira se dice en un juicio, se llama FALSO TESTIMONIO;
puede ser también acompañada de PERJURIO; ésta es la peor, la más nociva de todas y la más culpable delante de Dios.

HAY OTROS TIPOS DE MENTIRAS: La simulación, la jactancia, la ironía mentirosa y la adulación.
LA SIMULACIÓN es cuando se miente por medio de las obras; es decir, cuando alguien, por medio de sus acciones externas, intenta dar a entender a otros, otra cosa diferente de lo que realmente piensa en su mente. Por ejemplo Judas Iscariote, quien da un beso a Nuestro Señor antes de entregarlo, el beso simula que lo ama y respeta, cuando en realidad lo está traicionando. DIJO SAN AGUSTÍN: “La mentira no consiste solamente en palabras falsas, sino también en las obras fingidas, por ejemplo, es una mentira llamarse cristiano, y no obrar como tal”.
Hablando de la simulación, una vez dijo Nuestro Señor: “La simulación es muy odiosa para Mí”… “Desgraciadamente, muy general es este vicio, sobretodo en las mujeres: ellas son por naturaleza un compuesto de simulación y fingimiento, más o menos refinado, que sólo la virtud y la santidad son capaces de echarla por tierra”.
LA SIMULACIÓN TIENE UNA HIJA PREDILECTA, LA HIPOCRECÍA,
Que consiste en fingir virtudes o cualidades que no se tienen. La hipocresía era el pecado de los fariseos, cuya raza no se ha extinguido aún.
Una vez dijo Nuestro Señor: “La hipocresía es el vicio mismo, es Satanás cubierto con la máscara de los sentimientos más puros, nobles, elevados y aún santos. La hipocresía es un montón de podredumbre asquerosa e insoportable, cubierto con capa de finísimo oro; es una víbora dentro de un estuche de preciosas perlas”.
LA JACTANCIA es cuando alguien, por medio de sus palabras, miente exagerando las cosas; dice más de lo que en realidad es.
LA IRONÍA MENTIROSA, que es cuando alguien, por medio de sus palabras, dice menos de lo que en realidad es. Por ejemplo: cuando alguien dice y asegura de sí, un defecto o cosa mala que en realidad no tiene; o cuando niega de sí algo bueno que en realidad sí tiene.
LA ADULACIÓN, que es cuando alguien alaba falsamente ó exageradamente a otra persona.

III) ¿CÓMO HA HABLADO DIOS CONTRA LA MENTIRA?
DIOS HA HABLADO FUERTEMENTE contra la mentira:
“Guárdate de proferir mentira alguna” (Eccli.7,14)
“El Señor abomina los labios mentirosos” (Prov.12,22)
“Seis son las cosas que abomina el Señor…, y otra además le es detestable… el que forja embustes” (Prov.VI,16 y 19)
“Perecerá el que habla la mentira” (Prov.19,19)
“Fuera los perros y los hechiceros… y (también) todo aquél que ama y platica la mentira”(Apoc.22,15)
“A todos los embusteros su suerte será en el lago que arde con fuego y azufre”(Apoc.21,8)
PARA RESUMIR LO FUERTE QUE DIOS HA HABLADO contra la mentira y contra los mentirosos, no olvidemos lo que Dios nos dio a entender: de que todo mentiroso es hijo del demonio; PUES NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO DIJO a los fariseos: “Ustedes tenéis por padre al demonio, … pues él es mentiroso y padre de la mentira”. (Jn. 8,44)

IV) ¿QUÉ TAN GRAVE ES LA MENTIRA?
LA MENTIRA ES MALA POR SU PROPIA NATURALEZA; jamás puede estar permitida, aunque con ella se pudiese salvar al mundo entero.
DIJO DIOS: “No hay que hacer males para que vengan bienes”.
DIJO SAN GREGORIO: “Toda mentira es mala e injusta, pues, todo lo que es contrario a la verdad, lo es también a la justicia”.
SANTO TOMAS dice que la mentira es mala por tres razones:
a) mala en relación a Dios,
b) mala en relación al fin por el cual Dios nos dio la facultad de hablar
c) mala en relación al prójimo

a) mala en relación a Dios, pues se opone a Él, que es la Verdad suprema y eterna;
b) Pero también es mala porque se opone a la misma razón de ser de la palabra, instituida por Dios, que es manifestar al prójimo nuestros pensamientos y deseos.
c) Y también la mentira es mala, porque engaña al prójimo, hace perder la confianza en el prójimo y daña la vida social, al generar muchas sospechas e incertidumbres.

¿Y QUÉ TAN GRAVES SON LAS MENTIRAS?
LAS MENTIRAS JOCOSAS (las que se hacen por divertirse) normalmente son pecados veniales, pero pueden llegar a ser pecados mortales por causa de algunas circunstancias particulares, por ejemplo si éstas mentiras causan gran escándalo.
NOTA: Si durante las bromas, las otras personas se dan cuenta de que lo que se dice es mentira, y por eso no lo toman en serio, estas “mentiras jocosas” no son pecado.

LAS MENTIRAS OFICIOSAS (las que se hacen para sacar algún provecho), serán pecado venial ó mortal, dependiendo de que la mentira sea pequeña o grande.
Ejemplos:
- Si la mamá le pregunta a su hijo si ya hizo la tarea, y él, para sacar provecho (para que lo dejen jugar, o para que no lo castiguen) miente, entonces la mentira será pecado venial.
- Si la hija miente en su provecho y dice a sus papás que ella irá a estudiar a casa de alguna amiga, cuando en realidad ella se irá a bailar, entonces el pecado es grave.

LAS MENTIRAS PERNICIOSAS (las que se hacen para causar daño), son más graves, y son pecado mortal cuando el daño que le causan al prójimo es grande.
Las mentiras perniciosas más graves son las que le causan daño al honor de Dios y a las cosas de la Religión.
EJEMPLO DE MENTIRA PERNICIOSA que dañó el honor de Dios: Moisés envió a la tierra prometida unos exploradores. Cuando regresaron, ellos dijeron que aquella tierra tragaba a sus moradores, y que estaba poblada de gigantes y de monstruos; Por este relato pernicioso, el pueblo israelita se amotinó y murmuró contra Dios, pues decían que Dios los había sacado de la tierra de Egipto para después hacerlos perecer en esas otras tierras.
Y Dios castigó a los exploradores que dijeron esta mentira perniciosa y exagerada, pues cayeron muertos repentinamente en el desierto.

NOTA: Hay algunas expresiones que debido al uso común de la gente, ya no significan siempre lo que expresan, sino que se han hecho ambiguas; por ejemplo:
- una persona llama por teléfono y pregunta por alguien y se le dice “no está en casa” cuando en realidad sí está en la casa;
- ó cuando alguien pide limosna y uno le dice “no tengo”;
Este tipo de expresiones, los autores dicen que no son propiamente mentiras; pero hay que tener cuidado con no escandalizar a los niños y a la gente sencilla, pues ellos no entienden estas distinciones y para ellos sí son mentiras.

CONCLUSION
Queridos fieles, POR TODO ESTO que hemos recordado, ¡tengamos horror a la mentira!
DIJO DIOS: “¡Oh, hijos de los hombres!, ¿hasta cuándo seréis de estúpido corazón? ¿por qué amáis la vanidad y vais en pos de la mentira?”
Queridos fieles, NOSOTROS AMEMOS LA VERDAD. Pues los que aman la verdad, tendrán un lugar en el Reino de los cielos.
EL REY DAVID, en sus Salmos, le preguntó a Dios: “¡Ah, Señor! ¿quién morará en tu celestial tabernáculo?” (Salm. 14,1) Y EN SU MISMA INSPIRACIÓN, DIOS LE RESPONDIÓ: (¿quién morará en mi celestial tabernáculo?, pues) “Aquel que habla la verdad que tiene en su corazón,
Y no ha forjado ningún dolo con su lengua” (Salm.14,3)

Para terminar les cuento una anécdota sobre San Saba, el mártir de la mentira piadosa, pues murió para que no se ofendiera a Dios con una pequeña mentira:
Hace muchos siglos, Atafarico, rey de los godos, ordenó una matanza de cristianos. Hacían pasar por la región, un carro con la estatua de un ídolo, todos los que no salían para adorarla eran asesinados.
En una región vivía un hombre muy santo: Saba. Los paganos que vivían en esa región lo admiraban por sus virtudes y por su caridad. Querían a toda costa salvarle la vida. Pero sabiendo que él nunca se dejaría persuadir a la apostasía, pensaron ir a comunicarle a los oficiales imperialistas, que por aquél lugar no había ningún cristiano, y que por lo tanto sería un trabajo inútil ir con el carro y con el ídolo. Apenas se enteró el santo de esta intención que tenían, comenzó a gritar: “¡Desgraciados! ¿qué habéis planeado? ¿queréis decir una mentira para salvarme? ¿queréis ofender a Dios para conservarme la vida? ¿qué es mi vida y todo el mundo para preferirla a la gloria del Señor?”
Tiempo después, cuando llegó el carro con el ídolo, y para evitar que dijesen alguna mentira, él mismo salió al encuentro de los oficiales gritando: “Yo no adoraré al demonio. Yo no comeré las carnes a él sacrificadas”. Y entonces, lo mataron.

Queridos fieles, ¡qué gran ejemplo para nosotros! ¡qué gran amor por la gloria de Dios! ¡qué gran odio y horror contra el pecado, aunque fuese pequeño!
Queridos fieles, aborrezcamos la mentira, tengamos gran amor por la verdad, esto nos hará muy amigos de Dios y nos asegurará un lugar muy cerca de Él en la vida eterna.

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