lunes, 25 de agosto de 2008

LA BURLA

Domingo IX después de Pentecostés - Julio 2008

Queridos fieles, hace algún tiempo hemos comenzado ha estudiar los diferentes grados de orgullo.
Les recuerdo los doce grados: Curiosidad, ligereza o inconstancia del alma, alegría necia, jactancia, singularidad, arrogancia, presunción, defensa de los pecados, confesión simulada, rebelión, libertad de pecar y costumbre de pecar).
YA Vimos el primer grado de orgullo, que es la CURIOSIDAD, que es ese instintivo deseo de conocer las cosas; y vimos como este vicio de la curiosidad ocasiona terribles consecuencias: vimos lo que le pasó al mismo Lucifer, a Eva, a la mujer de Lot, a Dina, al rey David; recuerden el regaño que hizo, dirigiÉndose a eva, un santo doctor de la Iglesia: “¡maldita curiosidad, que te hizo perecer a ti, a Adán, y a tus descendientes!
“por tu culpa, nacemos para morir, es más, antes de haber nacido ya estamos muertos (pues somos concebidos sin gracia de Dios)”

EL SEGUNDO GRADO DE ORGULLO ES LA LIGEREZA DEL ESPÍRITU, ES EL OJO MALO, que nos hace juzgar ligeramente de todo lo que vemos y oímos.
Y AQUÍ NACE el pecado de la murmuración, consecuencia de esta ligereza de espíritu: al andar curioseando mucho, viendo y escuchando por aquí y por allá (1er. Grado de orgullo), uno comienza a juzgar ligeramente del prójimo (2º.grado de orgullo) y de allí llegamos fácilmente a murmurar contra él.
Recuerden las palabras fuertes de Nuestro Señor contra la murmuración:
“¡Oh maldito vicio, rastrero y bajo, que así traicionas a la pobre alma que está muy lejos de conocer tu negrura! Pero Yo te veo y conozco la hondura de tu vileza; y mi justicia se descargará en el murmurador, hasta quedar pagada y satisfecha.”
DESPUÉS, PROFUNDIZANDO UN POCO sobre este segundo grado de orgullo, que es la ligereza de espíritu, vimos que un santo Doctor de la Iglesia dijo que el andar curioseando, y juzgando ligeramente del prójimo, nos lleva a dos consecuencias:
1º. Que con respecto a los que son superiores o mejores que nosotros, comencemos a sentir cierta ENVIDIA;
2º. Y con respecto a los que son inferiores a nosotros, comencemos a sentir cierta BURLA Ó MENOSPRECIO;
Ya hemos estudiado la Envidia, recuerden lo que dijimos: “La envidia es una peste universal que abunda en el mundo y en las almas. Es un horrible vicio que ciertamente pone a las almas en una pendiente, que si a tiempo no se detienen, se hundirán sin remedio”.

AHORA NOS TOCA ESTUDIAR un poco la Burla. Veamos los siguientes puntos:
1) ¿QUÉ ES LA BURLA?
2) ¿QUIÉNES SON LA FAMILIA Y LOS AMIGOS DE LA BURLA?
3) ¿CUÁNTOS TIPOS HAY DE BURLA?
4) ¿CUÁN GRAVE ES LA BURLA?
Y, a modo de conclusión, veamos algunos REMEDIOS CONTRA LA BURLA

I) ¿QUÉ ES LA BURLA?
“La burla es una mofa sarcástica en la cual el espíritu dominado por Satanás, se goza contra su hermano”. Es un vicio que se anida en los corazones bajos e innobles y es un pecado contra la caridad.
Esta serpiente infernal de la burla vive en todas partes: en las casas, en las calles, en el trabajo, en las escuelas, en los templos, hasta en los conventos.
Y si la burla no se exterioriza, ella sabe vivir en el fondo de los corazones:
“¡cuántos comentarios burlescos se hacen internamente en el fondo de los corazones!”
Este vicio de la burla se despliega contra las personas, las palabras, las acciones, los defectos y hasta las virtudes del prójimo.
La santidad es ordinariamente, el blanco de las burlas del mundo y de los mundanos. A ella van dirigidas sus más envenenadas flechas, y Satanás se goza en afilar sus finas flechas contra todas las virtudes.

II) ¿QUIÉNES SON LA FAMILIA Y LOS AMIGOS DE LA BURLA?
Claro está, la burla es hija de la soberbia. La mejor ayudante de la burla es la Hipocresía, pues ésta le presta la capa con que el burlesco esconde el veneno que inyecta al prójimo.
La mejor amiga del la burla es la murmuración, son compañeras inseparables y caminan siempre unidas, tanto que a primera vista se confunden.
Ambas amigas, la burla y la murmuración, son víboras venenosas que clavan traidoramente sus colmillos en la fama del prójimo.
Si se compara a la burla con la murmuración, la burla es más infame, y arrastra en pos de sí más prosélitos.
¿y quién es el hijo mayor de la burla? El sarcasmo, pero éste es peor que la burla, pues él tiene el refinamiento de su madre.
El sarcasmo es “una mofa satánica que se recrudece en el corazón humano por las más bajas y rastreras pasiones”. El sarcasmo es el colmo de la vileza y de la infamia en un negro corazón. El sarcasmo hiere al alma y la punza con una finísima flecha, haciendo que el alma sangra dolorosamente.
El sarcasmo se anida en los corazones pérfidos, y es tan venenoso, que aunque tiene a su disposición miles de medios para dañar, por la palabra, por el escrito y por otros muchos, sin embargo, no necesita sino una sola sonrisa para envenenar y dejar lastimado el corazón de prójimo.
“Vicio infame al cual le basta una sonrisa para quitar la paz del alma,
Vicio infame que con una sonrisa inyecta su veneno, que con una sonrisa daña y mata; sonrisa finísima, pero que cual envenenado puñal quita a veces la vida de la gracia a las almas, haciendo que pierdan la tranquilidad”

III) ¿CUÁNTOS TIPOS HAY DE BURLA?
- La burla propiamente, cuando se hace con la boca, es decir, con palabras o carcajadas;
- Se le llama IRRISION, cuando la burla se hace con gestos (ejem. frunciendo el ceño) o con ciertos movimientos del cuerpo (taparse la boca con la mano, moviendo la cabeza, etc.)
- Se le llama ILUSION, cuando uno se burla de otro mediante algún engaño (el novio que sale con otra mujer distinta de la novia; este engaño que le hace a la novia es una especie de Burla).

IV) ¿CUÁN GRAVE ES LA BURLA?
Dijo Nuestro Señor a una santa mujer: “Yo odio y aborrezco la burla por ser ella en grado superlativo el refinamiento de la murmuración”.
“El que se burla mancha su lengua y su corazón en la sangre del burlado”.
“Yo soy inexorable sobre el punto de la caridad… por eso detesto la burla y me alejo de las almas que la llevan consigo”.
“Y, ¡ay del que en sus burlas toque al pobre y al desvalido! Yo le pediré algún día estrecha cuenta. De la misma manera se la pediré a quien se burle de mi Religión y de mi Iglesia.
El que tal cosa hiciere tendrá un terribilísimo castigo, y más le valiera no haber nacido”.
¿Qué tan grave es la burla? La burla es pecado grave, y tanto más grave cuanto mayor sea el respeto que se le debe a esa persona sobre quien recaiga la burla.
Por consiguiente:
- La peor de todas es Burlarse de Dios ó de las cosas sagradas, esto es pecado gravísimo, porque también es una especie de blasfemia contra la Religión. Dijo Dios por el profeta Isaías: “¿a quién has insultado y contra quién has alzado tu voz?”, y luego añade: “contra el Santo de Israel”.
- El segundo lugar en gravedad lo tiene el burlarse de los padres.
Dijo Dios en el libro de los Proverbios: “Los ojos del que hace burla de su padre y desprecia a la madre que le engendró, serán arrancados por los cuervos del torrente y comido por los hijos de las águilas”(Prov.30,17)
- Ocupa el tercer lugar por su gravedad la burla que recae sobre los justos (almas buenas), pues esto implica el burlarse de la virtud y de las obras buenas, lo cual es muy nocivo, pues causa que la gente se aleje de la vida virtuosa.

La burla no sólo es pecado contra la caridad, también es pecado grave contra la justicia, cuando causa graves daños o pecados.
Nota: Si la burla se hace sobre un defecto o mal leve, o se hace sin suficiente deliberación, será pecado venial;
E incluso podrá no ser pecado si se hace con moderación y con justa causa.
(ejem. Para que la persona de la cual uno se burla se abstenga de algún defecto o pecado; O cuando uno se burla moderadamente en una honesta recreación).
Sin embargo, aún entre amigos, se exige sobriedad y prudencia en las burlas que se hagan, y más si se prevé que la persona de quien se burla pueda sentirse ofendida, como advierte sabiamente Santo Tomás (q.72,a.2, ad I).

CONCLUSION
Queridos fieles, luchemos contra burla, no caigamos nosotros en esta bajeza.
Una vez dijo Nuestro Señor a una santa mujer: “El burlarse del prójimo es propio de almas viles. Un católico jamás debe hacerlo, ni aún consentirlo en su presencia”.
¿y qué remedios podemos usar para no caer en este vicio?
Bueno, el primero es el Temor de Dios, recordemos siempre lo mucho que detesta Dios a los que se burlan de los demás.
Dice la Sagrada Escritura: “Dios se burla de los burladores” (Prov.3,34) “El que habita en los cielos, se reirá de ellos”(Salm.2,4)
Dice Santo Tomás que esta burla de Dios consiste en castigar el pecado mortal por toda la eternidad, es decir, el infierno.
Y aún cuando Dios no castigara con el infierno a los burladores, recuerden lo que le pasó a uno de los hijos de Noé, y el gran castigo que recibió:
Cam se burló de su padre, pues al embriagarse con el vino y quedarse dormido, quedó al descubierto su desnudez, y viéndolo Cam, se burló y llamó a sus hermanos para que lo vieran.
Cuando Noé se enteró de lo que hizo su hijo Cam, lo maldijo: “Maldito sea Canaán ( Cam y toda su descendencia), esclavo de esclavos será para sus hermanos” (Gen.9,25). Maldición terrible que tuvo consecuencias enormes de generación en generación, y todo por una burla. (Se dice que los africanos descienden de Cam).
Y TAMBIÉN RECUERDEN EL CASTIGO DE DIOS A LOS QUE SE BURLARON DEL PROFETA ELISEO: “Mientras iba subiendo por el camino, unos muchachos salieron de la ciudad y se burlaban de él, diciendo: “¡Sube, calvo! ¡Sube, calvo!”. Él se dio vuelta, los vio y los maldijo en nombre del Señor. Entonces salieron del bosque dos osas, que despedazaron a cuarenta y dos de esos jóvenes”.
Y el otro remedio es tener caridad fraterna con espíritu de fe, hay que ver a Nuestro Señor en el prójimo. Uno puede recordar las veces en las que la Sagrada Escritura nos dice que Nuestro Señor sufrió afrentas y burlas: “Y los hombres que lo tenían (apresado), se burlaban de Él y lo golpeaban” (Lc.22,63). “Entonces lo escupieron en la cara, y lo golpearon, y otros lo abofetearon, diciendo: “adivínanos Cristo, ¿quién es el que te pegó?” (Mt.26,68), ¡que burla tan infame!, “adivina quién es el que te pegó”.
La burla al coronarlo de espinas, doblar la rodilla ante Él, escupirle y pegarle con una caña. Dice la Sagrada Escritura: “Después de haberse burlado de él, le quitaron el manto, le pusieron sus vestidos y se lo llevaron para crucificarlo”. (Mt.27,31) También los transeúntes se burlaban de Jesús meneando la cabeza e insultándole.(Mt.27,40) “Los sacerdotes (de los judíos) se burlaban de Él, junto con los escribas y ancianos, diciendo:
“A otros salvó, a sí mismo no puede salvarse. Rey de Israel es, baje ahora de la cruz y creeremos en Él” (Mt.27,41-42) “También se burlaron de Él los soldados, acercándose, ofreciéndole vinagre y diciendo: “Si Tú eres el rey de los judíos, sálvate a Ti mismo” (Lc.23,36-37)

Uno, al recordar todas estas burlas, podría con justa razón indignarse contra los burladores, Y decir: “¡qué grave, burlarse de Nuestro Señor! “¿quién se puede atrever a cometer semejante atrocidad?”

Queridos fieles, alejémonos de la burla, pues Nuestro Señor dijo: “En verdad os digo, todo cuanto hiciéreis al más pequeño, conmigo lo hicisteis”
Y esto vale tanto para lo bueno, como para lo malo. Vale al dar caridad al prójimo, vale cuando uno se burla de él.
Queridos fieles, que estas reflexiones nos sirvan para desechar ya la burla,
Y para que nos preocupemos en cubrir las faltas y defectos del prójimo con el velo espeso de la caridad.

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