domingo, 10 de agosto de 2008

LA DESTRUCCIÓN DE LOS INSTRUMENTOS DE LA GRACIA

La misión de la Iglesia. La Iglesia tiene la misión de santificar las almas. La santificación de las almas se opera a través de una acción doble, a saber: la transmisión de la Fe y la transmisión de la Gracia. Sin Fe es imposible agradar a Dios, frase de la Sagrada Escritura tomada a su vez por el Vaticano I para explicar la razón de ser de la Iglesia Católica. Sin Fe es imposible agradar a Dios, imposible ser justificado e imposible ir al Cielo, de donde se desprende que es necesaria una entidad para transmitir esta Fe, provista de los atributos extraordinarios de infalibilidad para que así esta Fe no se vea alterada a través de los siglos, y esta entidad es la Iglesia Católica. Junto a esta transmisión de la Fe está la transmisión de la Gracia, gracia santificante que es participación en la naturaleza divina y transmitida a través de los Sacramentos. Los Sacramentos son los canales por los que se vierte en las almas todas las gracias que Nuestro Señor Jesucristo nos ha merecido en la Cruz gracias al Sacrificio perpetuo, renovado en el Santo Sacrificio de la Misa. La Misa ha sido atacada. Han creado una nueva Misa con la participación de expertos protestantes, pues el fin de esta nueva Misa es un fin ecuménico.
La Misa. El autor de esta nueva Misa, Monseñor Bugnini, declaró lo siguiente: “La oración no debe ser un motivo de escándalo para nuestros hermanos separados, por eso vamos a suprimir de la Misa todo lo que puede ser motivo de choque para estos hermanos nuestros”. Dicho de otra manera, todo lo que era una afirmación pura y clara del catolicismo ha sido quitado en la nueva Misa. Y para corroborar esta afirmación del autor de la nueva Misa, ahí tenemos la definición de esta nueva Misa, definición que se encuentra en el primer misal, definición herética, de forma que fue necesario corregirla, tan mala era, pero no fue corregida la Misa que corresponde a esta definición.
Algunas declaraciones de los protestantes sobre la Nueva Misa.
Max Thurian: “En adelante los protestantes pueden usar el Misal romano para celebrar la Cena, teológicamente es posible”. Es decir, la nueva Misa corresponde a la teología protestante.
El profesor Metz, profesor de teología protestante, declara: “Ya que la noción de sacrificio ha quedado como entre sombras, en adelante un protestante puede asistir a la misa sin sentirse extraño”.
El Pastor Viot, presidente de la comunidad luterana de París y también masón insigne, declara. “Nuestros antepasados prefirieron ir a la hoguera antes que aceptar la Misa tridentina”. Opina así pero acepta la nueva Misa.
La Confesión de Augsburgo, en Estrasburgo, propuso a las comunidades luteranas que utilizasen el nuevo misal romano en su celebración litúrgica protestante.
El Sacerdocio. Suprimido el carácter de sacrificio, el sacerdocio se ha visto seriamente afectado. Mas el sacerdocio o el sacerdote es el instrumento para la transmisión de la gracia. Mucho se ha hablado de crisis de identidad y se ha dicho que los sacerdotes no saben ya lo que son. Es verdad, pues han perdido el sentido de la Misa. Cuando la Misa es solamente un banquete, cuando la Misa no es verdaderamente un sacrificio, cuando se está casi seguro que no se da la Presencial real de Nuestro Señor en las Sagradas Formas, ¿cómo es posible que los sacerdotes sigan cumpliendo con su misión sacerdotal? Esta crisis sacerdotal supone un desastre increíble. Podríamos contar innumerables ejemplos de barbaridades cometidas durante las Misas. ¿Se puede hablar de Presencia real en todo el mundo? En determinados países de Europa menos de la mitad...
Vivimos una época inverosímil, en la que a menudo los Sacramentos son administrados inválidamente, y esto vale para los siete Sacramentos.
El Bautismo. Cuando se toma a un niño entre diez y se vierte el agua sobre este niño diciendo que, por supuesto, como el bautismo es una ceremonia de recepción en la Iglesia, basta que lo reciba simbólicamente uno para que los demás sean recibidos también en la Iglesia. Pues bien, en este caso hay sólo un bautismo e incluso se puede dudar de la validez de éste, ya que el bautismo borra en primer lugar el pecado original. Es verdad que nos incorpora al Cuerpo místico, pero en primer lugar borra el pecado original: el agua que se vierte significa este baño, esta purificación del alma respecto al pecado original y respecto a los pecados actuales en el caso de los adultos. Si no se cree ya en el pecado es cierto que el bautismo no tiene ya mucho sentido.

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