martes, 30 de septiembre de 2008

LA PRESENCIA DE DIOS

Sermón - DOMINGO XX después de Pentecostés - Septiembre 2008

Queridos fieles, el Evangelio narra el segundo milagro de Jesús en Galilea. EN CANÁ, ESTABA UN OFICIAL DEL REY HERODES, y tenía un hijo muy enfermo en Cafarnaúm ( otra ciudad de Galilea, pero más al norte). Este oficial, al enterarse de que Jesús había venido de Judea a Galilea, FUE A BUSCARLO Y LO ENCONTRÓ, era como la una de la tarde, y entonces le rogó diciéndole que fuera hasta su casa y sanase a su hijo, porque se estaba muriendo.
JESÚS VEÍA LA POCA FE de este hombre, pues si creyera en Él como Hijo de Dios, hubiera creído que Jesús no necesitaba ir hasta la casa para curarlo, Jesús podía hacer el milagro desde lejos ( como el milagro al criado del centurión). Por eso Jesús le dijo: “Si no veis milagros y prodigios, no creeréis”. EL OFICIAL INSISTÍA: “desciende Señor, antes que muera mi hijo”. Por estas palabras, también SE VE SU POCA FE: ¿acaso no podría Jesús resucitarlo si moría?
Y Jesús le dijo: “Ve , tu hijo vive”. Y CREYÓ EL HOMBRE LA PALABRA DE JESÚS y se fue hasta Cafarnaúm para ver a su hijo. En el camino, al día siguiente, se encontró con sus criados que venían a avisarle que su hijo ya estaba sano. Y el oficial les preguntó: “¿a qué hora comenzó a mejorar?” (AÚN SU FE ES POCA, si hubiera creído en las palabras de Jesús, ya hubiera sabido que su hijo estaba curado en la misma hora en que Jesús lo dijo. Y le dijeron: “Ayer, a la hora séptima cesó la fiebre ( es decir, a la una de la tarde del día anterior). Entonces reconoció el padre que era la misma hora en la que había dicho Jesús “Ve, tu hijo vive”, y creyó él y toda su familia.

Sobre este pasaje del Evangelio, San Gregorio comenta lo siguiente:

“El padre exigía que Jesús fuera a su casa para que curara a su hijo. Quería la presencia humana de Aquél que con su divinidad está en todas partes. Si su fe hubiera sido perfecta, habría sin duda conocido que no hay lugar en donde Dios no esté y no obre”.

Queridos fieles, muchos de nosotros nos parecemos a este padre de familia:
Sabemos teóricamente que Dios está presente en todas partes, lo aprendimos en el Catecismo; Pero en la práctica, pareciera que lo olvidáramos, o más bien, pareciera que no nos importara mucho;
¡Oh! Si el pensamiento de la presencia de Dios iluminase todos los días de nuestra vida, Tendríamos una poderosa defensa contra el mal y un consuelo en el dolor.

I.- DEFENSA CONTRA EL MAL
No olviden la siguiente sentencia: “Acuérdate que Dios te ve y no pecarás”.
En una leyenda antigua, se lee que el rey Antíoco, habiendo hecho detener sus ejércitos en la llanura, oyó desde su tienda que dos soldados hablaban mal de él. El rey asomó la cabeza fuera de la tienda y mirando a los dos imprudentes les dijo: “Id más lejos, para que no os oiga” Los dos pobres soldados, temblando de espanto, salieron corriendo.

Reflexionemos, queridos fieles: ¿a dónde podrán huir aquellas personas que les gusta pecar a cada rato, que les gusta cometer acciones impuras,
A dónde podrán huir para que Dios nos lo vea ú oiga?
Si esos dos soldados, quedaron atemorizados porque su rey escuchó todo lo que decían contra él, entonces, ¿quien será el atrevido (atrevida), que osará ofender a Dios, sabiendo que le está presente, que lo ve y conoce sus malvados deseos y sus malignos pensamientos?


Escribe un autor: “El desgraciado más infame, no se atrevería a cometer un homicidio ante el juez que podría inmediatamente castigarle; El sirviente, no transgrediría lo ordenado por su señor, en su presencia; Un joven impuro ò jovencita impura, no se atrevería a cometer su pecado delante de sus papás; (un esposo(a) no se atrevería a cometer adulterio en presencia de la esposa(o))
Y bien, si hasta la presencia de éstas personas puede detener al culpable en medio de sus desórdenes, ¿cómo no se detendrá el pecador en la presencia de un Dios acusador, testigo, juez, vengador de la culpa, de un Dios que todo lo ve?”

EJEMPLOS
NOÉ. Hubo un tiempo en que prácticamente todos los hombres y mujeres eran malos; sus pensamientos y los deseos de su corazón estaban dirigidos al mal, tanto que Dios se arrepintió de haberlos creado. Pero dice la Escritura que había uno que en aquella corrupción universal, supo conservarse bueno: Noé. ¿Y cómo le hizo? ¿acaso no sentía él también los instintos y el ímpetu de las pasiones, los atractivos del pecado y de los malos ejemplos? Bueno, y ¿cómo le hizo? Lo dice la Sagrada Escritura: “Él caminaba delante de Dios” (Gen.6,9); es decir, él estaba siempre delante de la presencia de Dios

JOSÉ, él servía al faraón, era su mano derecha, y una vez, la esposa del faraón quiso seducirlo, ¿y qué fue lo que respondió José para vencer la tentación? Pues él dijo: “¿cómo podré yo pecar ante Dios?” (Gen.39) Y dejando su manto, huyó de la impúdica mujer.

SUSANA ¿ y qué le dio fuerza a la casta Susana para vencer la tentación que le propusieron los dos ancianos lascivos? Ella respondió: “Mejor caer victima, antes que pecar en la presencia de Dios” (Daniel, 13,24)
Y lanzó un grito que atrajo a la gente al jardín.


Sì, queridos fieles, el pensamiento de la presencia de Dios será nuestra defensa para no caer en el pecado. Y no sólo eso, sino que si hemos caído en el pecado, también el pensamiento de la presencia de Dios nos debe ayudar a salir de él.
Adán y Eva, después del pecado, se escondieron. ¡Qué ingenuos! , creían esconderse del ojo de Dios. ¡Más pronto oyeron acercarse su terrible voz! “¡Adán!, ¿dónde estás?”

Caín andaba por los bosques y desiertos, huyendo del rostro de Dios, más el ojo divino penetraba implacable su conciencia manchada con la sangre de su hermano.

Así también, la voz de Dios, el ojo de Dios, están continuamente sobre el alma de los pecadores, ¿y cómo pueden resistir en ese estado sin confesarse? Él los mira, y ellos no tienen el vestido nupcial, ¿y por qué no temen que de un momento a otro puedan ser echados a las tinieblas exteriores del infierno?

“¡Dios me ve!”, este pensamiento vence las tentaciones.
- Cuando el demonio asalte vuestros corazones, digan: “¡Dios me ve!”
- Cuando las pasiones quieran seducirlos, digan: “¡Dios me ve!”
- Si los amigos, los compañeros quieren inducirlos al mal, griten interiormente: “¡Dios me ve!” Con este pensamiento saldrán victoriosos.
Y no sólo saldrán victoriosos, sino que los consolará en el dolor.

II.- CONSUELO EN EL DOLOR
DURANTE LA ORACIÓN. El primer consuelo se halla en la oración sincera y afectuosa. Cuando se piensa que Dios está con nosotros, que nos ve, que nos escucha, que nos ama tiernamente, de nuestro corazón se elevan oraciones muy bellas, las palabras salen de nuestros labios sin buscarlas y hablamos con Dios sin cansarnos. Esta oración hecha en la presencia real de Dios es la más eficaz y la más consoladora.
Quedamos admirados ante aquellos hombres de oración que fueron los santos. ¿Cómo hacían para orar noches enteras, semanas y semanas sin interrupción? Es porque sabían estar en la presencia de Dios tanto, que lo sentían muy cercano, lo veían con los ojos del alma. Esto nos explica por qué los santos, no obstante sus aflicciones, estaban siempre alegres.

DURANTE EL TRABAJO. ¡Qué fuerza y qué alivio sentiremos nosotros en el cansancio del trabajo, al decir frecuentemente!: “¡Dios ve todo, todo lo examina, tendrá en cuenta cada gota de sudor que yo derramo para ganar el pan para mis hijos!”
Un santo religioso repetía en su sencillez: “Cuando debo hacer algún trabajo, yo tomo a Jesús conmigo, y trabajo con Él; En verdad, entre dos, el trabajo rinde más y pesa menos, especialmente si uno de estos dos es el Señor”.

Queridos fieles, ¡hagamos lo mismo, santifiquemos nuestros trabajos, nuestros esfuerzos con la presencia de Dios! Sea cual fuere el trabajo que desempeñemos, pensemos que Nuestro Señor está a nuestro lado ayudándonos, como un papá que ayuda a su hijito a hacer la tarea.

EN LAS TRIBULACIONES. El pensamiento de la presencia de Dios nos trae muchas consolaciones en medio de las tribulaciones. Muchas veces la gente nos ofenderá, nos despreciará, hablará mal de nosotros; Otras veces, aún en nuestra misma casa, no nos comprenderán; Otras veces seremos poco amados, poco considerados y muy abandonados; Muchas veces estaremos preocupados por nuestro porvenir, nos angustiaremos por la miseria y otras dificultades.
¡Oh, cuán dulce es en esos momentos pensar que Dios está con nosotros,
que sabe todo y todo lo puede!
Una vez, Santa Teresa estaba muy angustiada; sus disgustos eran tantos que no podía comer, y la vista de la comida le causaba vómitos dolorosos.
Hallándose en este estado, una noche que estaba en la mesa y no se resolvía a cortar el pan, se animó pensando que Jesús la veía y que Él conocía su tribulación. Jesús, de pronto, se apareció visiblemente y parecía que le cortara el pan y se lo acercara a la boca diciendo: “Come, hija mía, sufro al verte sufrir, más en este momento conviene que sufras”. De pronto una gran dulzura le entró en el corazón y se halló con fuerzas para seguir llevando su cruz.

Queridos fieles, nosotros también podremos llevar con resignación cristiana nuestra pesada cruz, si sabemos sacar consuelo de la presencia de Dios. Pensemos que siempre, a nuestro lado, está Nuestro Señor, ¿y qué hace Él? ¿sólo nos ve? ¡no! , Él mismo está con nosotros cargando nuestra cruz; y además, Él carga la mayor parte.

CONCLUSION
Queridos fieles, Nuestro Señor se entristece mucho con las personas que tienen poca fe. ¿Recuerdan qué les dijo Nuestro Señor a los apóstoles, una vez que no pudieron echar un demonio? Les dijo: “¡Hombres de poca fe!, ¿hasta cuando habré de soportaros?”
Queridos fieles, ¡no hagamos enojar a Nuestro Señor!, al contrario, ¡seamos su alegría, su consuelo!
Vivamos de la fe, y muy especialmente de la fe en su presencia divina en todas partes.

Comparación. Así como un papá, sentado en una silla, ve jugar a su niño pequeñito: lo ve gatear, lo ve caerse, lo ve caminar, arrancar el pastito, perseguir una hormiga; Pensemos que así está Dios con nosotros, sentado en su trono, mirándonos con su ojos amorosos: nos ve trabajar, nos ve rezar, nos ve sufrir, nos ve llorar, y Nosotros, niños pequeños, miremos de vez en cuando, con los ojos de nuestra fe, a nuestro Padre que nos mira,
¡hagamos esto, y la vida se nos hará deliciosa! ¿pues qué podremos temer, teniendo a Dios a nuestro lado?
Y después de esta vida, llena de consuelos por haber vivido en la presencia divina, Llegará el momento en que el papá, que es Dios, se levantará de su silla, Y tomando a su bebé en sus brazos y le dirá: “¡Ven, hijo mío, que ya es hora de irnos al cielo!” Y entonces, lo que fue presencia divina por la fe Se convertirá en visión beatífica para toda la eternidad.

sábado, 27 de septiembre de 2008

DEL OBJETO Y SUJETO DE LA FE

P. ¿Cuál es el sujeto de la fe, es decir aquello que creemos? R. El sujeto, o subjectum, de la fe es Dios, y todas las verdades que se creen de Dios, es decir todas las realidades y misterios de su perfección trinitaria. Además son sujeto de fe todas las verdades reveladas por Dios con respeto a las criaturas, como las que hablan de Adán, Eva, la caída de los ángeles, en cuanto dicen relación a Dios mismo. Pero estas verdades no pueden ser alcanzadas por el solo intelecto humana, sino que es necesario que la inteligencia del hombre sea fortalecida por el auxilio divino, mediante la virtud de la fe, para poder asentir, con una certeza divina, aquello que está oculto en Dios y que se nos presenta si evidencia, bajo el velo de la fe. Dios, en la medida en que es posible que sea penetrado por este auxilio sobrenatural, es el objectum de la fe. La propuesta de la Iglesia es una condición para nuestra fe; la Iglesia nos expone lo que ha sido o no revelado por Dios.
P. ¿Qué certidumbre gozan las verdades y misterios de nuestra fe? R. Gozan una certidumbre más que metafísica, y que excede cualquier otra certidumbre; de manera que es imposible sea lo contrario, por estribar en el testimonio de Dios, en quien no es posible hallarse falsedad.
P. ¿Cuáles son los actos principales de la fe? R. Son los tres siguientes: Credere Deo, Credere Deum y Credere in Deum, esto es: Credere Deo, como a primera verdad revelante; Credere Deum, como a verdad revelada, o creer su existencia; Credere in Deum, como en fin último. Por lo que, aunque creamos la Iglesia Católica (es decir creemos que la Iglesia Católica es la única verdadera, divina, etc.), no creemos en la Iglesia Católica (como si debiéramos dirigir todos nuestros actos hacia la Iglesia como si ella fuera Dios, nuestro fin último). Credimus Paulum, sed non in Paulum, dice S. Agust. Tract. In Joan. (es decir creemos que Pablo es apóstol y tiene un mensaje divino, pero no creemos que debamos dirigir todos nuestros actos para agradar a Pablo como si él fuera Dios)
P. ¿Dónde reside la fe? R. La fe reside en el entendimiento donde se recibe como virtud intelectual. Pero no en todo entendimiento, sino solo en el de aqullos que son viadores, es decir que están en su vida mortal aquí en la tierra. No se da fe, es decir no existe la virtud de fe, en los Bienaventurados porque gozan de la visión clara e inmediata de Dios, incompatible con la obscuridad de la fe. Por la misma razón Cristo no tvo la virtud de fe, porque siempre fue perfectísimamente comprehensor, es decir que su inteligencia humana, creada, tenía la visión beatífica desde el primer instante de su concepción.. Los Ángeles tuvieron la virtud cuando fueron viadores, es decir en su período de prueba. S. Tom. 1. p. q. 57. art. 5. ad. 3.
P. ¿Se halla en los condenados fe sobrenatural? R. No se halla; porque ni son viadores, ni comprehensores (los que ven a Dios cara a cara), sino obstinados en la maldad, destituidos de todo bien y auxilio sobrenatural. Las palabras de Santiago cap. 2. daemones credunt, et contremiscunt (los demonios creen y se estremecen) se entienden de una fe natural, y forzada por las señales que conocen, y principalmente por los tormentos que padecen. En las almas del Purgatorio permanece la fe juntamente con la caridad, y esperanza, porque aún no ven lo que creen. Los pecadores, que no son infieles ni herejes, retienen la fe aunque lánguida y casi muerta; porque fides sine operibus mortua est (la fe sin las obras está muerta). Los herejes se hallan destituidos de la verdadera fe sobrenatural; pues desechan su razón formal, que es la divina revelación propuesta por la Iglesia. Creen lo que les place, y lo que no, lo niegan; y por esta causa aun respecto de aquellas verdades, que les parecen creer con fe verdadera, no la tienen en la realidad, sino opinionem quandam, secundum propiam voluntatem (una cierta opinión según su propia voluntad) como dice S. Tom. 2. 2. q. 5. art. 3.

martes, 23 de septiembre de 2008

LA DIFAMACIÓN

Sermón - Domingo XIX después de Pentecostés - Septiembre 2008
Queridos fieles, HEMOS ESCUCHADO EL EVANGELIO de las bodas del rey.
Durante las bodas, el rey entró para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no tenía traje de bodas.
¿Y QUÉ HIZO EL REY? Pues le preguntó al hombre: “Amigo, ¿cómo es que has entrado aquí no teniendo vestido de bodas?” EL HOMBRE ENMUDECIÓ. Entonces dijo el rey a sus ministros: “Atadle de pies y manos y arrojadle a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y rechinar de dientes. Porque muchos son los llamados, y pocos los escogidos”.
EL BANQUETE DE BODAS del rey es el cielo; EL VESTIDO DE BODAS es la gracia santificante; QUIEN AL MORIR NO TENGA EL VESTIDO DE BODAS, quien no tenga la gracia de Dios en su alma, será echado fuera, al infierno, y allí arderá por los siglos de los siglos.
QUERIDOS FIELES, PREPAREMOS BIEN NUESTRO VESTIDO DE BODAS, limpiemos y purifiquemos nuestras almas para no quedarnos fuera de cielo por toda la eternidad.

UN PECADO TERRIBLE que ha sido la causa de que muchas almas hayan sido arrojadas al infierno es la DIFAMACIÓN ( ó Detracción) , otro de los pecados de la “famosa” lengua.

RECUERDEN LO QUE UNA VEZ DIJO NUESTRO SEÑOR: "(La Difamación), ¡Oh infame y universal peste que causa la muerte de tantas almas! ¡Detengan esta corriente impetuosa que conduce tantas almas al infierno! ¡En cuán graves males y profundos precipicios caen las personas que no refrenan su imaginación y su lengua (y se ponen a difamar). A muchas, más le valiera no haber nacido.”

QUERIDOS FIELES, PARA CONOCER MÁS ESTE PECADO de la Difamación y llegar a odiarlo, de tal manera que no caigamos en él, veamos los siguientes puntos:
1) ¿Qué es la Difamación?
2) ¿Cuán grave es este pecado ?
3) ¿Cuándo es pecado mortal y cuándo es venial?
4) ¿Cómo se debe restituir la fama?
5) ¿Es en algún caso lícita la Difamación?
6) ¿Cómo peca el que oye la Difamación?


I) ¿QUÉ ES LA DIFAMACIÓN?
Recordemos que hay varias maneras de ofender al prójimo con nuestras palabras:
i) si las malas palabras dañan el honor del prójimo, el pecado se llama CONTUMELIA (Cuando uno insulta a otro en su cara); es el tema que vimos hace dos semanas;
ii) si las palabras dañan la prosperidad de otro, el pecado se llama MALDICIÓN (cuando alguien con sus palabras le desea un mal a otro; ejemplos: que se muera, que se enferme, que le vaya mal en los negocios, etc.)
iii) y si las palabras dañan la fama del prójimo, entonces el pecado se llama DIFAMACIÓN ( ó Detracción)
DEFINICIÓN.- DIFAMACIÓN, es la injusta denigración de la fama del prójimo, hecha en ausencia de aquél a quien se difama.
DIVISIÓN: La Difamación se divide principalmente en dos:
a) DIFAMACIÓN SIMPLE .- es cuando se manifiesta, sin justa causa, un pecado o vicio oculto del prójimo;
b) CALUMNIA.- es cuando se le imputa falsamente al prójimo algún pecado ó crimen;
La calumnia le agrega a la Difamación simple el hecho de decir también una mentira, y a veces tan perniciosa, que daña mucho la fama del prójimo.
La Difamación también puede ser directa ó indirecta:
- DIFAMACIÓN DIRECTA, cuando claramente se narra el pecado ó vicio de prójimo;
(EJEMPLO: el difamador dice expresamente: “Fíjate que fulanita, el otro día, salió con un hombre casado”;
- DIFAMACIÓN INDIRECTA, cuando el pecado ó vicio de prójimo no se manifiesta claramente, sino que sólo se insinúa, lo cual puede hacerse no sólo con palabras, sino también con gestos; EJEMPLO: el difamador dice: “fíjate que la otra noche, fulanita llegó muy tarde a la casa, quién sabe qué habrá estado haciendo”.
También es Difamación indirecta cuando se niegan o disminuyen las buenas cualidades del prójimo. Esta Difamación indirecta, a veces es más maliciosa que la difamación directa, pues hay expresiones que dañan mucho la fama del prójimo:
EJEMPLOS:
- “Y con esto que te digo, no te digo todo, ehh?”
- “¡ay!, si pudiera decirte todo lo que sé”,
- “sí, fulanita es piadosa, pero…”

II) ¿CUÁN GRAVE ES ESTE PECADO DE LA DIFAMACIÓN ?
LA DIFAMACIÓN ES UN PECADO CONTRA LA JUSTICIA, porque el hombre tiene perfecto derecho a su fama.
SI SE COMPARA ESTE PECADO CON OTROS, los autores dicen que este pecado de la difamación es menos grave que el homicidio y que el adulterio, pero que es un pecado más grave que el hurto, pues como dice la Sagrada Escritura: “Para el hombre, es mejor el buen nombre que las muchas riquezas” (Prov. 22,1)

ADEMÁS, ESTE PECADO DE LA DIFAMACIÓN DAÑA MUCHO EL BIEN COMÚN DE LA SOCIEDAD, pues el bien común exige que las acciones malas del prójimo no sean reveladas si no hay suficiente motivo;
pues si a todos les fuese lícito revelar los pecados ocultos de las personas,
de allí surgirían muchos pleitos, envidias, odios, y por lo tanto, la paz y la tranquilidad de las familias y de toda la sociedad se perturbaría.

EN LA SAGRADA ESCRITURA hay muchos pasajes en los que Dios nos habla en contra de este pecado, y dice que los difamadores son odiosos a Dios y a los hombres (Prov. 24,9), y que serán excluidos del Reino de los cielos. Por eso, el gran Sabio, Salomón, nos advierte contra este pecado y exclama: “Mira, no resbales en tu hablar, no vaya a ser que tu caída sea mortal e incurable (Eccl.28,30)”
En los Salmos, el rey David, hablando de los difamadores, exclama lo siguiente: “Su garganta es un sepulcro abierto, con sus lenguas maquinan continuamente engaños; ¡Júzgalos, oh, Dios mío!” (Salm.5,11)
Y San Pablo hace entrar este pecado de la difamación (maledicencia) entre los crímenes más enormes que excluyen del Reino de los cielos: “Ni los fornicarios, ni los adúlteros, ni los maldicientes, poseerán el reino de Dios”. (I. Cor. 6,9-10)

¿Y QUÉ DICEN LOS SANTOS PADRES sobre este pecado de la difamación? Pues lo consideran como una abominación y como una obra del demonio. Tan sólo SAN BERNARDO dice que, el Difamador, con la espada de su lengua, mata tres almas de un solo golpe: mata a su misma alma, mata al alma que lo escucha, y mata el alma del pobre difamado.

III) ¿CUÁNDO ES PECADO MORTAL Y CUÁNDO VENIAL?
Para determinar la gravedad del pecado, habrá que considerar tres aspectos:
a) la gravedad del pecado ó defecto que se está revelando
b) la condición y dignidad de la persona difamada
c) la eficacia de la difamación

a) la gravedad del pecado ó defecto que se está revelando
- si se dice de otro un pecado grave, ordinariamente el pecado será mortal
- si se revela un pecado leve, ordinariamente el pecado será venial
Ejemplos:
- Si se anda diciendo que fulanito es adúltero, homosexual, drogadicto, violador, ladrón ; esto hiere mucho la fama del prójimo y por eso el pecado ordinariamente será mortal
- Si se anda diciendo que fulanita es perezosa, que es mal geniada, que es imprudente, indocta, esto normalmente no hiere mucho la fama del prójimo, por eso el pecado ordinariamente será venial.

b) la condición y dignidad de la persona difamadaSi se está infamando a una persona de cierta dignidad, aún cuando sólo se revele algún pecado en sí mismo leve, puede llegar a ser pecado mortal:
Ejemplo: - decir que un obispo ò un sacerdote es mentiroso, el pecado puede fácilmente ser mortal
Por el contrario, si se infama a una persona de condición y dignidad inferior, aún cuando se diga de ella algún pecado grave, no por eso el pecado será mortal, sino que podría ser venial:
Ejemplo: - si se infama a una criada de servicio diciendo que es una ladrona,
el pecado no necesariamente será mortal

c) la eficacia de la difamación
Es decir, hay que ver que tanto daño se causa a la persona infamada; Y para medir este daño, hay que considerar: quién está difamando, y quiénes están escuchando;
- si la persona que está difamando es una persona de cierta dignidad, prudencia y autoridad, su difamación hace más daño que si lo hiciera una persona de inferiores cualidades; Por eso, la difamación hecha por una persona de gran autoridad, es más grave;
- también, es pecado más grave revelar cosas a personas locuaces y chismosas, que revelarlas a personas prudentes y serias.
- Igualmente, es más grave revelar el pecado a varias ó a muchas personas, que a una sola.

IV) ¿CÓMO SE DEBE RESTITUIR LA FAMA?
Hay que distinguir si se trata de calumnia ó de simple difamación.
EL CALUMNIADOR DEBE RETRACTARSE DE LO DICHO, aún con perjuicio de su propia fama, porque la fama del inocente es más valiosa que la fama del culpable.

EL QUE HA COMETIDO SIMPLE DIFAMACIÓN (ha revelado pecados ó defectos verdaderos del prójimo), no puede negar lo que dijo, pues mentiría; Pero sí tiene que declarar que cometió un error al decir tal cosa, que no debió haber hablado,etc. Además de hacer esto, el difamador debe aprovechar toda ocasión que tenga para alabar y honrar al difamado (por las virtudes que tenga, por sus buenas obras, etc.)

NOTA: La reparación debe ser proporcionada y suficiente. Así, el que difama en público, está obligado a retractarse en público, para que así las personas que se dieron cuenta de la ofensa, puedan volver a tener la estimación que tenían por la persona antes difamada.

V) ¿ES EN ALGÚN CASO LÍCITA LA DIFAMACIÓN?
LA DIFAMACIÓN QUE ES CALUMNIA, en ningún caso es lícita.
Pero LA SIMPLE DIFAMACIÓN, es decir, el manifestar el pecado oculto del prójimo, aunque éste pierda la fama, es lícito hacerlo cuando haya una justa causa, y así lo exija el bien público ó el privado, porque de esta manera cesa en el pecador el derecho a conservar su fama.
EJEMPLOS DE CAUSAS JUSTAS:
- la utilidad notable del que revela el pecado ( si lo hace para pedir consejo o favor, y no con ánimo de difamar)
- la utilidad del pecador, para que se arrepienta o corrija
- el bien público; cuando se evitan daños que amenazan a la Iglesia, a la Sociedad
- el bien privado de los oyentes o de otras terceras personas (para librarlos de un mal cierto o probable)
En todos estos casos, al manifestar el pecado ajeno, ni se viola la justicia, porque el prójimo no tiene derecho estricto a su fama hasta el punto que los demás callen con grave daño propio;
Ni se viola la caridad, que no obliga con grave incómodo.

VI) ¿CÓMO PECA EL QUE OYE LA DIFAMACIÓN?
- Si el que oye la difamación influyó eficazmente para que el otro difamara, peca contra la justicia y contra la caridad:
Peca contra la justicia, por ser también causa del daño que se infiere al difamado; Y peca contra la caridad, por cooperar al pecado del que difama;
- el que se goza al oír una difamación grave, peca gravemente contra la caridad, por alegrarse del daño ajeno.
- Cuando alguien oye a otro difamar, y no hace nada por impedirlo porque le dio vergüenza, o por negligencia o por temor, el pecado podría llegar a ser venial;
(los padres que oyen difamar a sus hijos, y nos los corrigen, cometen pecado contra la justicia, pues es su deber corregirlos)
- Si impedir la difamación es fácil y eficaz, tendrá que hacerse bajo pena de pecado
- Los que de algún modo manifiestan su disgusto contra la difamación, no cometen pecado

CONCLUSION
Queridos fieles, EN UN DÍA MUY PRÓJIMO, Nuestro Señor se presentará delante de nosotros para examinar nuestro vestido de bodas,
¡Ay de nosotros si no lo tenemos preparado! Pues entonces seríamos arrojados a las tinieblas de fuera, donde será el llanto y rechinar de dientes para toda la eternidad
Y también, ¡ay de nosotros si, aún teniendo nuestro vestido de bodas, lo tuviéramos todo manchado! pues de esta manera seríamos arrojados fuera, a las tinieblas del Purgatorio, hasta que el fuego limpiase todas las manchas de nuestra alma;
¡Y QUE FÁCIL ES MANCHAR NUESTRA ALMA CON EL PECADO DE LA DIFAMACIÓN! ¡Ya sea difamando, o también oyendo la difamación!

QUERIDOS FIELES, ¡CORRIJÁMONOS YA DE ESTE ABOMINABLE VICIO!,
Practiquemos la caridad;
la caridad es benigna, es suave;
La caridad es bienhechora, no piensa mal;
La caridad aparta los ojos del vicio, para no divisarlo;
La caridad no halla un maligno placer en descubrir las iniquidades.
Muy lejos de mostrarlas, las deplora;
y lejos de burlarse del pecador, lo compadece.
LA CARIDAD, EN VEZ DE DESCUBRIR LOS PECADOS, LOS OCULTA,
en cuanto es posible, a todas las miradas, cubriéndolos con su manto.

QUERIDOS FIELES, HAGAMOS ESTAS COSAS, TENGAMOS GRAN CARIDAD,
Que de esta manera tendremos un blanquísimo y hermosísimo traje de bodas,
y al mirarnos, Nuestro Señor exclamará:
“¡ven amada mía, hermosa mía, paloma mía!”
“¡entra en el gozo de tu Señor!”

jueves, 18 de septiembre de 2008

EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ

Sermón para la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz - 14 Septiembre del 2008


Queridos fieles, HOY CELEBRAMOS UNA FIESTA MUY HERMOSA: La Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz.¿ANTES QUÉ ERA LA CRUZ? Era un infame patíbulo para los peores criminales.¿Y AHORA QUÉ ES LA CRUZ?
“Es el símbolo más sagrado de nuestra Religión”
“Es la prueba más grande del amor de Dios
“Es el lecho en el cual Nuestro Señor se recostó para con su muerte darnos vida”
Y POR ESO, AHORA LA IGLESIA adora la Cruz, Y por eso, la Iglesia le canta el Viernes Santo:
“¡He aquí el leño de la Cruz
En el cual estuvo colgada
la Salvación del mundo.
Venid, adorémosle!”
Y ENTONCES TODOS DOBLAMOS LA RODILLA.
Y POR ESO LA IGLESIA NO HA CESADO durante siglos de cantarle a la Cruz:
“¡Oh, Cruz fiel, el más noble de los árboles,
Ningún bosque produjo otro igual
En hoja, en flor, ni en fruto!”
¡Sí, verdaderamente, ningún bosque produjo otro igual!
¡Oh, dulce leño, dulces clavos que sostuvieron tan dulce peso!”
Tus hojas, el purísimo Cuerpo de Jesús;
Tu flor, su amoroso Corazón;
Tus frutos, la salvación de las almas”




¿Y QUÉ PASÓ EN LA HISTORIA CON NUESTRO PRECIOSO TESORO DE LA SANTA CRUZ?
Cuando los romanos invadieron y destruyeron Jerusalén en el año 70, la Santa Cruz se perdió; Con la ayuda de Santa Elena, la Santa Cruz se encontró, y el 14 de Septiembre de 335 se consagraron dos Basílicas, una de ellas en honor de la Pasión de Nuestro Señor y en el mismo lugar del Calvario; y en esta Basílica, dentro de un cofre de plata, fue colocada la Santa Cruz.
Pero el año 625, Cosroes II, rey de los persas, invadió Jerusalén y se llevó la Santa Cruz a Persia.14 años después, el rey Heraclio venció a los persas y recuperó el precioso tesoro de la Santa Cruz. Él la llevó triunfalmente a Constantinopla y después a Jerusalén. El patriarca de Jerusalén, Zacarías, pudo constatar que los candados del cofre habían sido respetados por los reyes de Persia; Abrió el cofre, adoró la Santa Cruz y la mostró a la gente.
En esa ocasión se produjeron muchas curaciones milagrosas.
Entonces, el mismo emperador Heraclio quiso llevar la Cruz en sus hombros, todo el camino del Calvario, como la llevó Nuestro Señor, hasta colocarla en la Basílica del monte Calvario. Él estaba vestido con toda la majestad de un rey, con ropas de oro y piedras preciosas. Al tomarla sobre sus hombros y tratar de avanzar, se dio cuenta que a medida que avanzaba una fuerza misteriosa lo detenía. Entonces, el patriarca Zacarías le dijo: “Vea, Señor emperador, es que todo ese lujo de vestidos que lleva, están en desacuerdo con el aspecto humilde y doloroso de Cristo, cuando iba cargando la Cruz por estas calles”. Entonces, el emperador se despojó de su manto de lujo, de su corona de oro y de sus zapatos lujosos, y se revistió de una vestimenta humilde; Entonces tomó la Cruz y pudo recorrer así las calles hasta colocar la Santa Cruz en el lugar del Calvario.
Tiempo después, para evitar nuevos robos, la Santa Cruz fue partida en varios pedazos:
- uno fue llevado a Roma
- otro a Constantinopla
- un tercero se dejó en un hermoso cofre de plata en Jerusalén
- y otro se partió en pequeñísimas astillas para repartirlas en diversas iglesias del mundo entero, para que así todos la pudiesen venerar. Estas iglesias se llamaron “vera cruz”= verdadera Cruz.



ESTO ES UN POCO DE LA HISTORIA DE NUESTRO PRECIOSO TESORO:
La Santa Cruz, tan amada y exaltada de los hombres porque Dios mismo la amó y la exaltó.
DIOS MISMO LA EXALTÓ, porque por la Cruz venció al demonio:
-el diablo creía vencer al crucificar a Jesús, pensaba que así lo infamaría, Pero le salió al revés, pues al crucificar al inocente, dio vida a los culpables.
DIOS EXALTÓ LA CRUZ porque Ella disipa las tinieblas:
- Canta la Iglesia: “La cruz es más brillante que todos los astros”;
- Nos hace conocer a todos, la justicia de Dios: “Quien a su mismo Hijo no perdonó”, sino que lo entregó por nosotros a la muerte, y muerte de Cruz;
- La Cruz nos hace conocer a todos la grandeza de Dios, la grandeza de su amor: “en esto conocemos el amor de Dios, en que Él dio su vida por nosotros”.
- La Cruz también nos hace conocer el valor de las almas: para salvar una sola alma, era preciso la Sangre de un Dios crucificado.
DIOS EXALTÓ LA CRUZ, haciéndola tan santa que desvanezca la corrupción pagana, imbuida de tanto orgullo, placeres y riquezas :
- pues la Cruz, en silencio, nos predica a todos la humildad, la penitencia, el desprecio de los bienes del mundo.
DIOS EXALTÓ CRUZ haciendo que muchos la busquen y la amen; se cumplió la profecía de Nuestro Señor: "Cuando fuere levantado en alto, todo lo atraeré hacia Mí”.

JESÚS CRUCIFICADO, HA ATRAÍDO HACIA SÍ MUCHOS CORAZONES: atrajo a los apóstoles, a los mártires, a las vírgenes; Ojala nos atraiga a todos, sin faltar ninguno, “pues Dios reina desde el madero”.




Queridos fieles, EN ESTA FIESTA DE LA SALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ, renovemos nuestro amor y veneración a Ella:
- respetemos la Santa Cruz donde quiera que la encontremos en nuestro camino
- coloquémosla en un lugar de honor en nuestras habitaciones, en nuestra casa
- ¿cómo hacemos la señal de la cruz? ¿Despacio y con devoción, o rápido, como un garabato?
- Hagamos la señal de la cruz al despertar y antes de dormir, antes y después de trabajar, de estudiar, para que siempre tengamos en la memoria a Nuestro Señor, crucificado por amor a nosotros.
Digamos con San Pablo: “Yo no quiero saber otra cosa sino a Jesús, y éste crucificado”.
- Hagamos la señal de la cruz en las tentaciones, Ella triunfó del demonio y lo seguirá haciendo.
CUANDO NOS VEAMOS COMBATIDOS POR LA TRIPLE CONCUPISCENCIA (placeres, honores y riquezas), pensemos en la santa cruz, en Nuestro Señor crucificado:
· nuestra sed de placeres se irá al contemplar en la Cruz a Jesús, chorreando sangre, dolorido y sediento;
· nuestra sed de honores se irá al contemplar a Jesús crucificado, desnudo, hecho la burla de todos;
· nuestra sed de riquezas se irá al contemplar en la Cruz a Jesús, pobre, despojado de todo, incluso nos dio a su santísima Madre.
Y CUANDO NOS VEAMOS COMBATIDOS POR TRISTEZAS, SUFRIMIENTOS Y HUMILLACIONES, pensemos que Jesús nos está compartiendo un pedacito de su Cruz, para que con este pedacito de Cruz, Expiemos nuestros pecados, Nos purifiquemos, Y le ayudemos a salvar a almas.




CONCLUSION
¡Sí, queridos fieles, HERMOSA FIESTA ÉSTA, DE LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ!
DE SER UN PATÍBULO INFAME DE CRIMINALES, llegó a ser el símbolo más sagrado de nuestra Religión,
el lecho en el cual Jesús se durmió, para despertarnos a nosotros a la vida eterna.
DIOS AMÓ Y EXALTÓ LA SANTA CRUZ; muchos hombres, muchos, la han amado y exaltado, ¡Nosotros también hagamos lo mismo!
¿CÓMO? Principalmente, amando nuestra cruz de cada día, Abrazando nuestra cruz, que nunca faltará, pues la cruz es nuestra compañera que nos conducirá hacia Dios.
SÍ, QUERIDOS FIELES, SI LA CRUZ SERÁ NUESTRA COMPAÑERA INSEPARABLE, aprendamos a sonreírle y amarla desde ahora.
UN POETA LE CANTA A LA CRUZ DE UNA MANERA MUY HERMOSA. Él se imagina a Jesús, después que lo condenaron a muerte, le presentaron su cruz, para que la llevase; Y entonces, Nuestro Señor, al ver su cruz, la abraza con amor, y el poeta pone en los labios de Jesús estas palabras:
“Acércate Bienamada,
La de los brazos abiertos…
Tengo sed de tu regazo
Para morir en silencio

Amada, la presentida,
Desde los montes eternos,
La elegida por el Padre,
Para el Varón unigénito

Serás llamada Señora,
Y Madre de muchos pueblos,
Vendrán a Ti con sus dones
Los reyes del mundo entero

Con tus brazos extendidos,
Serás rosa de los vientos,
Que conduzca caminantes




A mi Corazón abierto
Los que a Mi quieran venir
Tendrán que amarte primero”.


Queridos, fieles, qué hermosa manera de exaltar la Santa Cruz: “Los que a Mí quieran venir, tendrán que amarte primero”.



sábado, 13 de septiembre de 2008

¿DEBIÓ CRISTO PADECER EN LA CRUZ?

Fue convenientísimo que Cristo padeciese la muerte de cruz.
Primero, para ejemplo de virtud. Dice a este propósito Agustín: La Sabiduría de Dios tomó la naturaleza humana para ejemplo de cómo viviríamos rectamente. Y pertenece a la vida recta el no temer lo que no debe ser temido. Pero hay hombres que, si bien no temen la muerte, tienen horror al género de muerte. Por consiguiente, para que ningún género de muerte hubiera de ser temido por el hombre que vive rectamente, hubo de mostrárseles el género de muerte en cruz de aquel hombre, pues nada había entre todos los géneros de muerte más execrable y más temible que aquél.
Segundo, porque este género de muerte era el más conveniente para satisfacer por el pecado del primer hombre, que consistió en tomar el fruto del árbol prohibido, en contra del mandato de Dios. Y por eso fue conveniente que Cristo, a fin de satisfacer por aquel pecado, tolerase ser clavado en un madero, como si restituyese lo que Adán había robado, según aquellas palabras de Sal 68,5: Pagaba entonces lo que nunca había robado. Por lo cual dice Agustín en un Sermón De Passione : Adán despreció el precepto, tomando del árbol; pero lo que Adán perdió, lo encontró Cristo en la cruz
Tercero, como dice el Crisóstomo, en un Sermón De Passione, padeció en un alto madero, y no bajo techado, para que hasta la condición del aire fuera purificada. Pero también la tierra experimentaba semejante beneficio al ser purificada por la destilación de la sangre que corría del costado. …
Cuarto, porque, al morir en la cruz, prepara nuestra subida a los cielos, como dice el Crisóstomo. Y ésta es la razón de que él mismo diga en Jn 12,32-33: Yo, si fuere levantado de la tierra, lo atraeré todo hacia mí.
Quinto, porque esto corresponde a la salvación universal de todo el mundo. Por lo cual dice Gregorio Niceno que la figura de la cruz, dividida en cuatro extremidades a partir del punto medio de intersección, significa que el poder y la providencia de aquel que pendió en ella se difundieron por todas partes. Y el Crisóstomo dice también que en la cruz muere con las manos extendidas, a fin de atraer con una mano al pueblo del Antiguo Testamento, y con la otra al que proviene de los gentiles.
Sexto, porque con este género de muerte se indican varias virtudes. Por esto dice Agustín: No en vano eligió tal género de muerte, sino para ser maestro de la anchura, la altitud, la longitud y la profundidad, de las que habla el Apóstol (cf. Ef 3,18). Pues la anchura se halla en el madero fijado transversalmente en lo alto; esto pertenece a las buenas obras, puesto que allí se extienden las manos. La longitud, en el trozo que es visible desde el travesaño hasta la tierra; allí, en cierto modo, se está en pie, es decir, se persiste y se persevera, lo cual se atribuye a la longanimidad. La altitud se halla en aquella parte del madero que se prolonga desde el travesaño hacia arriba, esto es, hacia la cabeza del crucificado, porque representa bien la suprema expectación de los que esperan. Y, por último, la parte del madero que se oculta al estar clavado, de donde se levanta todo él, significa la profundidad de la gracia gratuita. Y, como indica el mismo Agustín, In loann., el madero en que estaban clavados los miembros del paciente fue también la cátedra del maestro docente.
Séptimo, porque este género de muerte corresponde a muchas figuras. Como dice también Agustín, en un Sermón De Passione, un arca de madera libró al género humano del diluvio de las aguas (cf. Gen 6-8); cuando el pueblo de Dios huyó de Egipto, Moisés dividió el mar con un cayado, derrotó al faraón y rescató al pueblo de Dios (cf. Ex 14,16-31); el mismo Moisés arrojó un madero al agua amarga y la convirtió en dulce (cf. Ex 15,25); con el cayado de madera hizo brotar de la roca espiritual agua saludable (cf. Ex 17,5-6); y, para que Amalec fuera vencido, Moisés se alargó con las manos extendidas frente al cayado (cf. Ex 17,8-13); y la Ley de Dios, el Testamento, se guarda en un arca de madera (cf. Ex 25,10); de modo que mediante todas estas figuras se llegue, como por escalones, al madero de la cruz.
Suma Teológica III, q46, a4.

jueves, 11 de septiembre de 2008

LAS MALAS PALABRAS

DOMINGO XVII después de Pentecostés - Septiembre 2008

Queridos fieles, HACE ALGUNAS SEMANAS, hemos comenzado a hablar sobre los pecados de la lengua; ¡CUÁNTOS PECADOS, CUÁNTAS TORPEZAS SE PROFIEREN CON LA LENGUA!
YA HEMOS ESTUDIADO EL PECADO DE LA MENTIRA, AHORA VEAMOS OTRO PECADO DE LA LENGUA, Y TAMBIÉN MUY COMÚN HOY EN DÍA: LAS MALAS PALABRAS ¡CUÁNTAS MALAS PALABRAS VOMITAN CADA DÍA, CADA HORA, las bocas de los hombres, las bocas de las mujeres, y hasta las bocas de los niños!
HOY EN DÍA, HASTA PARECIERA QUE EL HABLAR CON MALAS PALABRAS le ayudara a la gente a ser más estimada por los amigos,
hoy en día, hasta pareciera que el hablar con malas palabras le ayudara a la gente a sentirse más segura de sí misma; ¡QUÉ BAJO HEMOS CAÍDO EN NUESTRAS COSTUMBRES, en nuestro modo de hablar! Ahora, ya es muy común que señoritas de buenas familias tengan un vocabulario muy semejante al que tienen los presos en la cárcel.
EN EL EVANGELIO se lee que en cierta ocasión, una persona que tenía la lengua impedida y que no podía hablar, se acercó a Nuestro Señor.
Jesús, con sólo tocarlo, le desató la lengua, y el mudo comenzó a hablar;

VEAN, QUERIDOS FIELES, FUE NECESARIO UN MILAGRO para desatar la lengua de éste y quitarle el impedimento que tenía; Y por el contrario, ¿A CUÁNTOS SE LES HARÍA UN FAVOR, si se les atase la lengua para que no pusiesen hablar toda clase de injurias y malas palabras?
SÍ, A CUÁNTOS SE LES HARÍA UN GRANDÍSIMO FAVOR si amordazáramos sus lenguas para que ya no vomitaran sus bocas toda clase de sucias palabras.
Por eso, queridos fieles, para adquirir odio CONTRA LAS MALAS PALABRAS Y CONTRA LAS INJURIAS QUE PRONUNCIAN LAS BOCAS, y para aprender a dominar mejor nuestras lenguas veamos los siguientes puntos:
1) Recordemos los diferentes tipos de pecados que hay por decir malas palabras
2) ¿Qué pecado es el decir malas palabras?
3) ¿Y qué tan grave pecado es decir malas palabras (Injurias) contra el prójimo?
4) ¿Cómo ha castigado Dios las malas palabras contra el prójimo?
5) No olvidar que aquél que ha injuriado al prójimo, está obligado reparar el honor del prójimo

I) RECORDEMOS LOS DIFERENTES TIPOS DE PECADOS QUE HAY POR DECIR MALAS PALABRAS
TENEMOS 2 DIVISIONES PRINCIPALES:
a) cuando uno dice malas palabras sin ofender a nadie en particular
( ejemplo: cuando las malas palabras son el acompañamiento del lenguaje)
b) cuando las malas palabras se dicen para ofender al prójimo. En este caso, cuando las palabras injurian a nuestro prójimo, tenemos la siguiente división:
i) si las malas palabras dañan el honor del prójimo, el pecado se llama CONTUMELIA (Cuando uno insulta a otro en su cara).
ii) si las malas palabras dañan la fama del prójimo, el pecado se llama DETRACCIÓN ( hablar mal de otro en su ausencia).
iii) si las palabras dañan la prosperidad de otro, el pecado se llama MALDICIÓN (cuando alguien con sus palabras le desea un mal a otro; ejemplos: que se muera, que se enferme, que le vaya mal en los negocios, etc.)

II) ¿QUÉ PECADO ES EL DECIR MALAS PALABRAS?
CUANDO LAS MALAS PALABRAS NO ESTÁN HIRIENDO A NADIE,
sino que sólo se dicen como acompañamiento del lenguaje, el pecado normalmente será venial; PERO EN ALGUNAS CIRCUNSTANCIAS PODRÍA SER PECADO MORTAL, por ejemplo:
· cuando haya escándalo (que una persona de cierta dignidad las pronuncie, y alguien quede escandalizado)
PERO AÚN CUANDO NO LLEGUE A SER PECADO MORTAL, ustedes imagínense cuál será el castigo de Dios, Pues si ya por cualquier palabra vana tendremos que dar cuenta a Dios, ¿Qué será cuando nos examine de las atrocidades que vomitó nuestra boca?
Y TODAVÌA MAYOR SERÁ LA DEUDA QUE TENDREMOS QUE PAGAR aquí en la tierra ó en el Purgatorio, si por nuestro mal hablar, los hijos y otras personas, aprendieron a decir también malas palabras.
COMO DIJO NUESTRO SEÑOR: “Yo te declaro, no saldrás de allí (de la cárcel del Purgatorio) hasta que no hayas pagado el último céntimo” (Lc.12,59)

III) ¿ Y QUÉ TAN GRAVE PECADO ES DECIR MALAS PALABRAS ( INJURIAS) CONTRA EL PRÓJIMO?
INJURIAR AL PRÓJIMO ES PECADO contra la justicia, porque de esta manera se daña su honor, el cual es para él un bien más precioso que los bienes de fortuna.
Y POR ESO DIJO NUESTRO SEÑOR: “Yo os digo: Todo aquél que se encoleriza contra su hermano, (será reo de juicio); El que le dijere a su hermano “raca” (estúpido), será reo ante el Sanedrín; Y el que le llamare “necio” (fuerte grosería), será reo de la gehena del fuego” (Mt.5,22).
POR ESO, LA INJURIA (CONTUMELIA) SERÁ PECADO MORTAL,
si se ofende al prójimo gravemente ( SE LE DICE UNA MUY MALA PALABRA), con plena advertencia y pleno consentimiento (injuria que proviene del odio, envidia ó desprecio).
PERO MUCHAS VECES LA CONTUMELIA SERÁ PECADO VENIAL,
- ya porque no hiera gravemente el honor ( cuando se insulta levemente al prójimo; ejemplo: que se le llame tonto, etc.);
- ya por falta de advertencia plena o pleno consentimiento(si se dijo algo malo por ligereza, o si se dijo algo malo por súbita ira, o si se dijo algo malo por broma).
PERO TAMBIÉN, PARA DETERMINAR LA GRAVEDAD DEL PECADO DE INSULTAR AL PRÓJIMO, HAY QUE CONSIDERAR LO SIGUIENTE:
- la dignidad de la persona ofendida ( una injuria hecha a un obispo, sacerdote, gobernante o alto funcionario, será más grave, al igual que la injuria hecha a los papás)
- la dignidad de la persona que ofende ( es más grave una injuria proveniente de una persona de gran autoridad, que la injuria de una persona de baja condición)
- el efecto que se sigue de la injuria ( el pecado será más grave si la injuria se hace delante de varias personas, o si se hace delante de personas que al oír la injuria quedan escandalizadas , o si se prevé que de la injuria nacerán peleas y enemistades).
NOTA:
Hay palabras sólo materialmente injuriosas o reproches contumeliosos sin injusticia que no contienen pecado o sólo pecado venial.
Son los que dirigen los padres, maestros y superiores a sus hijos ó subordinados, no con ánimo de deshonra, sino con finalidad de corrección y de disciplina.
Estos tienen el derecho a reprochar justamente las faltas a los inferiores para procurar su enmienda, aunque de ello se siguiera algún deshonor y molestia para las personas así castigadas.

IV) ¿CÓMO HA CASTIGADO DIOS LAS MALAS PALABRAS E INJURIAS CONTRA EL PRÓJIMO?
LES RECUERDO LA ANÉCDOTA que cuenta la Sagrada Escritura: Una vez, el rey David iba por el camino acompañado de su ejército; y de repente le salió al encuentro un hombre llamado Semeí, el cual comenzó a lanzar sobre el rey David, una gran cantidad de insultos y maldiciones, y le lanzaba piedras; Y así decía Semeí en sus insultos: “¡Vete, vete sanguinario y hombre de belial! Yahvé ha hecho recaer sobre ti toda la sangre de la casa de Saúl, en cuyo lugar te has hecho rey; Yahvé ha dado tu reino en manos de Absalón, tu hijo, Y a ti te ha prendido en tus maldades, porque eres un sanguinario”: Y le seguía lanzando piedras.
Pasado algún tiempo, Dios castigó a Semeí por sus insultos, pues Salomón ordenó a un siervo que se arrojara sobre él y lo destrozara.

NO PODEMOS TAMPOCO OLVIDAR todos los insultos que los FARISEOS, LOS ESCRIBAS, LOS ANCIANOS y los soldados romanos lanzaron contra Nuestro Señor durante su vida pública, y especialmente durante su Pasión;
¡cuántas atrocidades vomitaron sus bocas contra el Santo de los Santos!
Decían: “Es un pecador y amigo de pecadores” Y hasta le llegaron a decir: “¡Eres un samaritano y un endemoniado!”(Jn.8,48) Nuestro Señor, con paciencia, decía: “No, Yo no soy un endemoniado, sino que honro a mi Padre, y vosotros me estáis ultrajando” (Jn.8,49)
Y más tarde le gritarán e insultarán: “Tú, que derribas el Templo, y en tres días lo reedificas, ¡sálvate a Ti mismo! ¡Si eres el Hijo de Dios, ¡baja de la Cruz! ¡A otros salvó, y así mismo no puede salvarse! ¡Si Rey de Israel es, baje ahora de la cruz y creeremos en Él! (Mt.27,40 y ss)


Y DIOS CASTIGARÁ TERRIBLEMENTE A TODOS ÉSTOS QUE INSULTARON A NUESTRO SEÑOR: Por una revelación, nos dice una santa: QUE AQUELLOS QUE SE DESTACARON POR SU RABIA Y MALICIA, insultándolo, ofendiéndolo, Todos éstos cayeron en tierra por tres horas, y al caer se pegaron en el cerebro. aquellos que insultaron y azotaron a Nuestro Señor, murieron todos, ahogados en su propia sangre, pues al caer al suelo, con el duro golpe tuvieron un derrame de sangre que los sofocó. Algunos judíos perversos, aunque no murieron, fueron castigados con intensos dolores y algunas enfermedades abominables, que con la Sangre de Cristo de que se cargaron, han pasado a sus descendientes, y aún dura hoy entre ellos.

V) NO OLVIDAR QUE AQUÉL QUE HA INJURIADO AL PRÓJIMO, ESTÁ OBLIGADO REPARAR EL HONOR DEL PRÓJIMO
EL HOMBRE TIENE DERECHO A SU HONOR; por eso, toda injuria verbal, como injusticia que es, entraña la obligación de reparar el honor lesionado.
NUESTRO SEÑOR, EN EL EVANGELIO, NOS LO EXIGE al decirnos aquello de: “Si al presentar tu ofrenda en el altar, allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y ve primero a reconciliarte con tu hermano” (Mt.5,23)


PARA REPARAR EL HONOR, la persona que ofendió debe obrar de tal manera, que se reconozca y se testifique la estimación debida a la persona.
El modo de reparar dependerá si la injuria fue pública ó privada; También dependerá si la ofensa fue hecha a un superior, ó a un igual, ó a un inferior.
- La injuria pública exige una reparación pública; debe ser hecha delante de las personas que fueron testigos de la ofensa; ó si no, que de alguna manera se enteren de que ya se reparó.
- La injuria privada se compensa con una reparación privada;
- Si el superior injurió al inferior, para reparar, basta que el superior salude al inferior con cortesía, o que le demuestre benevolencia; Raro será el caso en que el superior tenga que pedir perdón, la razón es para no disminuir su autoridad; aunque a veces podrá ser bueno para la edificación del prójimo.
- Si una persona injurió a un igual, se requiere mayor satisfacción: adelantándose en el saludo; invitándolo a almorzar, haciéndole algún favor, o pidiéndole perdón.
- Si una persona injurió a su superior, será muy importante que se le pida perdón directa ó indirectamente.

NOTAS:
· Si el ofendido tomara venganza por su propia mano, ya sea ofendiendo, dañando, etc.; en este caso, ya no se exige reparación, y se recibe esta ofensa como reparación.
· Tampoco se exige reparación si las ofensas fueran mutuas; por ejemplo. : Si dos personas se echan en cara faltas, más o menos iguales.

CONCLUSION
Queridos fieles, en el Evangelio de hoy, Nuestro Señor nos recordó lo que tenemos que hacer para entrar en el Reino de los cielos: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todas tus fuerzas”.
Y también podemos decir: “amarás al Señor tu Dios, con todas tus facultades”, y entre ellas se encuentra la lengua.
Queridos fieles, amemos a nuestro Dios, usando bien de nuestra lengua;
lengua que Él nos dio para alabarlo, para bendecirlo, para pedirle perdón, para pedirle gracias; lengua que Él nos dio para aconsejar al prójimo, para enseñarlo, para animarlo, para consolarlo, etc.
Queridos fieles, cuidemos las palabras que salen de nuestra boca, que nuestro hablar sea prudente, equilibrado y edificante. De esta manera agradaremos a Dios y haremos fructificar los talentos que Él nos dio,
Y los haremos fructificar el ciento por uno, con lo cual mereceremos una gran gloria en el cielo para toda la eternidad.