viernes, 26 de diciembre de 2008

RAZONES QUE NOS OBLIGAN A RECHAZAR LA NUEVA MISA - 3ª

Sin fe es imposible agradar a Dios (San Pablo, Epístola a los Hebreos, 11, 6). Pero aún cuando nosotros mismos, o un ángel del cielo, os predique un Evangelio diferente del que nosotros os hemos anunciado, sea anatema. (San Pablo, Gálatas 1, 8)
Razones por las que, en conciencia, no puedo asistir a la "NUEVA MISA" o Misa de Pablo VI, o la Misa Moderna, sea en Latín o en Español, de cara al pueblo o de cara al Sagrario. Y, por lo tanto, por las mismas razones, continúo con la Misa tradicional, o Misa de San Pío V, o Misa tridentina, o Misa de siempre.

- Porque la Iglesia canonizó varios mártires ingleses que dieron su vida por no adherir a una misa muy semejante a la Misa Nueva, que era la misa anglicana.
- Porque muchos ex protestantes convertidos al Catolicismo quedaron escandalizados al ver en la Misa Nueva la misma "Misa" a que ellos asistieron cuando estaban en el error. Uno de ellos (Julien Green) llegó a preguntarse: "¿Para qué nos convertimos?"
- Porque las estadísticas nos demuestran una gran disminución de las conversiones al Catolicismo después de la implantación de la Nueva Misa e inclusive un gran crecimiento de las sectas protestantes en los países católicos. Así por ejemplo, en los EE.UU., las conversiones que sumaban 100.000 aproximadamente por año, descendieron a menos de 10.000.
- Porque la Misa Nueva está siendo instrumento y ocasión de los mayores desvaríos y profanaciones de la Santísima Eucaristía y del lugar Santo; lo cual ocurre con mucha frecuencia. Ahora bien, eso no acontecía, según el testimonio del Card. Renard, Arzobispo de Lyon, en Francia: "Acontece que son celebradas misas sin el suficiente respeto, por ejemplo, sin ningún vestido litúrgico, sin Creo ni Pater, con un canon inventado, o en plena refección profana, sin oraciones". "Sucede a veces, que hay concelebraciones con seglares o con sacerdotes casados..., que no se purifique más el cáliz al final de la Misa, o que se dejen rodar sobre una mesa o un altar partículas de pan consagrado" (Vison, Messes de L´Antechrist, pág. 4).
- Porque la Nueva Misa es, en sí, modernista; a pesar de las apariencias inocula una nueva Fe que no es la Fe Católica. Sigue perfectamente la táctica modernista de jugar con ambigüedades y términos imprecisos para infundir errores. (Táctica denunciada y condenada especialmente por San Pío X.)
- Porque no constituye factor de unidad en la liturgia, como la Misa Tradicional lo hacía; de hecho, cada sacerdote celebra la misa como quiere, bajo el pretexto de creatividad. Así el nuevo "Ordo" de la Misa merecía llamarse nuevo “desorden”, porque lo ha producido constantemente. Además el nuevo Ordo de la Misa, tal como fue presentado oficialmente, no es seguido prácticamente en ningún lugar, lo que agrava sus defectos.
- Porque muchos teólogos, canonistas y sacerdotes respetables no aceptaron la Misa nueva y afirmaron que en conciencia no la pueden celebrar.
- Porque la Nueva Misa ha eliminado muchas cosas, tales como: las genuflexiones (quedan sólo tres), la purificación de los dedos del sacerdote en el cáliz, la preservación de los mismos dedos de todo contacto profano después de la Consagración, la piedra consagrada (ara) y las reliquias, los tres manteles de lino (hoy se usa uno sólo), etc. lo cual confirma el implícito repudio de la fe en el dogma de la Presencia Real. ("Breve examen crítico del Nuevo Ordo" de los Cardenales Ottaviani y Bacci).
- Porque es una misa artificialmente fabricada y no una Misa enriquecida y perfeccionada por una tradición multisecular como la Misa de siempre que fue codificada, y no inventada, por un papa que fue un santo, San Pío V.
- Porque las traducciones de la Nueva Misa en la versión vernácula vinieron a aumentar y agravar los errores presentes ya en su texto en latín, y así acentuaron más su carácter modernista.
- Porque, debido a todos esos errores y ambigüedades del rito, corre fácilmente el riesgo de ser celebrada inválidamente, quedando así la Iglesia privada del verdadero sacrificio, y nosotros expuestos a la ira de Dios. Los Cardenales Ottaviani y Bacci afirman en el examen crítico: "Los sacerdotes que en un futuro próximo no hubieran recibido la formación tradicional, y que se fiaran en el Nuevo Ordo de la Misa y en su 'Institutio generalis' para hacer lo que hace la Iglesia, ¿consagrarán válidamente? Es legítimo dudarlo."
- Porque "la Misa es lo que existe de más bello y mejor en la Iglesia... Así, el demonio procuró siempre, por medio de herejes, privar al mundo de la Misa, haciéndolos precursores del anticristo, el cual, antes de todo, procurará abolir y realmente abolirá el Santo Sacrificio del Altar, en castigo por los pecados de los hombres según la profecía del profeta Daniel, 8, 12:´'Y que le fue dado poder contra el Sacrificio perpetuo, por causa de los pecados (del pueblo)". (Palabras de San Alfonso María de Ligorio).

miércoles, 24 de diciembre de 2008

LAS TEMPESTADES

Domingo IV después de Epifanía - Noviembre 2008

Queridos fieles, el Evangelio nos cuenta que Nuestro Señor subió a una pequeña barca acompañado de sus discípulos.
Estaban navegando por el mar de Tiberíades, el cual estaba tranquilo, tanto así que Jesús se quedó dormido; pero de repente se levantó una terrible tempestad: El cielo se oscureció, el mar se comenzó a agitar, las olas se hicieron cada vez más grandes y comenzaron a inundar la pequeña barca.
Y Jesús seguía dormido profundamente, estaba cansado después de un día de intenso apostolado.
Los apóstoles estaban aterrorizados, hacían hasta lo imposible para evitar que la barca se hundiera y remaban para llegar a la orilla; La pequeña barca ya estaba casi cubierta por las olas y ante el peligro inminente de hundirse, despertaron a Nuestro Señor y le dijeron: “¡Señor, sálvanos que perecemos!” Jesús les contestó: “¡Hombres de poca fe! ¿por qué teméis?
Y Jesús, sin turbarse, se levantó e imperó a los vientos y al mar, y al punto sobrevino una gran bonanza: el mar quedó tranquilo y el viento dejó de soplar.

La vida es como un mar que debemos atravesar. Nuestra alma es la pequeña y frágil barca; La orilla, la ribera a donde debemos llegar es el cielo.
Pero, más frecuentemente que en el mar, a nuestro alrededor, se levantan las tempestades de las tribulaciones, de las tentaciones, de las pruebas y humillaciones; Y a veces son tan fuertes estas tempestades, que en momentos parecen hundirnos y llevarnos a la angustia y a la desesperación; Y nosotros, hombres de poca fe, perdemos la confianza en Dios, y quizás llegamos a enojarnos y a quejarnos contra Él.
Y Quizás llegamos a pensar: “¡qué difícil es salvarse! ¡es prácticamente imposible ser santos!”
Pero, queridos fieles, dios nos ha dado un gran medio para poder soportar toda clase de tribulaciones, tentaciones, pruebas y humillaciones, y de poder aspirar a la santidad: es el ejemplo de los santos (ayer hemos festejado la Fiesta de todos los santos).

La vida de los santos ha estado llena de miserias: ellos eran de carne y huesos como nosotros; sufrieron nuestras mismas tentaciones
( y aún peores); muchos de ellos fueron grandes pecadores, llegaron a tener grandes vicios; pero supieron acudir a Nuestro Señor, supieron despertarlo con sus oraciones, con sus lágrimas, con sus gemidos;
y por eso, Jesús se levantó e imperó a los vientos y a las tempestades que los amenazaban, Y así, poco a poco, se vieron libres de sus miserias y llegaron a ser grandes santos.

Queridos fieles, repasemos un poco algunos aspectos de los santos, consideremos que muchos de ellos tuvieron grandes miserias, pero supieron superarlas.
Veamos lo que eran antes, y lo que llegaron a ser después.

TEMPESTAD DE LA IMPUREZA:
MARÍA MAGDALENA.- Fue una gran pecadora pública, su vida respiraba solo impurezas, se dice que ella tenía dentro siete demonios.
Pero supo acudir a Nuestro Señor, echarse a sus pies, llorar sus pecados y pedir misericordia.
Se alejó del mundo y se fue a vivir a una cueva por 30 años, y allí hizo penitencia durante todo el resto de su vida.
Llegará a ser una gran santa, gran amante de Nuestro Señor, y patrona de todos los penitentes.
Y ahora existen múltiples templos en todo el mundo dedicados a esta gran santa.

AGUSTÍN.- Fue también un gran pecador, su juventud estaba llena de impurezas; hasta llegó a tener un hijo con alguna mujer; y le costó mucho trabajo dejar este vicio, pasaron muchos años antes de poder vencerlo:
"Deseaba y ansiaba la liberación; sin embargo, seguía atado al suelo, no por cadenas exteriores, sino por los hierros de mi propia voluntad. El Enemigo se había posesionado de mi voluntad …
de la perversión de la voluntad había nacido la lujuria y de la lujuria la costumbre y, la costumbre a la que yo no había resistido, había creado en mí una especie de necesidad cuyos eslabones, unidos unos a otros, me mantenían en cruel esclavitud”.
Y le decía a Dios que pronto iba a salir de su vicio: “Lo haré pronto, poco a poco; dame más tiempo. Pero ese 'pronto' no llegaba nunca, las dilaciones se prolongaban, y el 'poco tiempo' se convertía en mucho tiempo".
En sus precedentes intentos de conversión, Agustín había pedido a Dios la gracia de la continencia, pero con cierto temor de que se la concediese demasiado pronto: "En la aurora de mi juventud, te había yo pedido la castidad, pero sólo a medias, porque soy un miserable. Te decía yo, pues: 'Concédeme la gracia de la castidad, pero todavía no'; porque tenía yo miedo de que me escuchases demasiado pronto y me librases de esa enfermedad y lo que yo quería era que mi lujuria se viese satisfecha y no extinguida"
Pero Agustín no dejó de acudir a Nuestro Señor y con la gracia de Dios, logrará vencer sus miserias, y llegó a ser un gran santo y además Doctor de la Iglesia, uno de los 4 más importantes de la iglesia latina.

TEMPESTAD DE LA IRA
FRANCISCO era una persona muy iracunda, por cualquier cosa se irritaba sobremanera, en pocas palabras eran un “león iracundo”;
pero acudió a Dios y luchará contra su carácter, y después llegará a ser el gran SAN FRANCISCO DE SALES, modelo de mansedumbre, y también doctor de la Iglesia.
El santo Cura de Ars también tenía un carácter fuerte, pero lo supo dominar; Una vez, tuvo en su parroquia un compañero sacerdote que era insoportable; una vez el santo se enfermó por aguantarse una fuerte ira por algo que hizo su mal compañero.

TEMPESTAD DE LA AMBICIÓN
Los apóstoles llegaron a discutir entre sí, querían saber quién sería el mejor; Nuestro Señor los regañará: “Quien quiera ser el mejor, que se convierta en el servidor de los demás”; Y así lo hicieron, pues todos adquirirán una gran humildad y consumirán toda su vida por cuidar a sus ovejas.
También Cristóbal tenía mucha ambición. Como era muy fuerte, él quería servir al que fuera más poderoso. Así comenzó por servir al gobernador de su ciudad; pero después se dio cuenta de que el rey era más poderoso y sirvió al rey; cuando se dio cuenta que el rey temía al diablo, se propuso servir a Satanás; y cuando, finalmente, se dio cuenta de que el diablo temía a la Cruz, servirá a Nuestro Señor para siempre; y así, lo que comenzó con una ambición desordenada, terminó en ayudarle para llegar a ser un gran santo, y llegó a ser el gran San Cristóbal, patrono de los transportistas y viajeros.

TEMPESTAD DE LA INCREDULIDAD
Santo Tomás era duro de cabeza, no quería creer en la Resurrección de Nuestro Señor; Pero después adquirirá una gran fe y confianza en Él, que hará grandes milagros y dará su vida por Nuestro Señor; lo atravesaron con una lanza mientras estaba de rodillas rezando.

TEMPESTAD DEL MIEDO
San Pedro tenía miedo de confesar a Nuestro Señor delante de una simple criada; pero después lo confesará delante de 4,000 y hasta 5,000 judíos, y les recriminará en su cara el pecado de deicidio.
Hubo también muchos hombres y mujeres que, por miedo a la muerte, renegaron de Nuestro Señor y ofrecieron incienso a los ídolos, pero después se arrepintieron y llegaron a ser mártires.

TEMPESTAD DE LA VANAGLORIA
El sacerdote Juan iba de camino a un pueblo a predicar un sermón. Tuvo tales pensamientos de vanagloria en querer agradar a la gente, que Dios hizo que se cayera del caballo;
Después adquirirá una gran humildad y será un gran santo, el gran SAN JUAN BOSCO; y tanta será su santidad, que su cabeza despedía tal cantidad de luz, que se podía leer un libro en la oscuridad, acercándose a su cabeza.

TEMPESTAD DE LAS MUCHAS PREOCUPACIONES
Muchas mujeres se afanan mucho por muchas cosas: la comida, la limpieza, la ropa, planchar, lavar; MARTA era igual.
Pero supo acudir a Nuestro Señor y aprendió a trabajar sin perder lo más importante: el agradar y contemplar a Nuestro Señor, y llegará a ser una gran santa, SANTA MARTA, muy venerada por muchos.

TEMPESTAD DE LOS DEFECTOS
VERÓNICA era terriblemente inquieta; quería siempre imponer sus caprichos a los demás; era iracunda; una vez arremetió a patadas las costuras de otras muchachas, porque no quisieron acompañarla a rezar el Santo Rosario. Una vez, Nuestro Señor le dijo: “Verónica, tu corazón no es de carne, sino de acero”; Pero Verónica acudirá a Dios, luchará contra su carácter y llegará a ser una gran santa, amante de Nuestro Señor, de sus santas Llagas; será estigmatizada, religiosa, ella llegará a ser la gran SANTA VERÓNICA DE JULIANIS.

José, joven sacerdote, también tenía defectos. Una vez, le dolía mucho una muela; se quejó de ello, y porque su hermana le dijo que era un quejumbroso, él no se aguantó y le dio una bofetada; mucho después fue invitado a almorzar a la casa de San Juan Bosco; como allí le dieron una comida muy frugal, al salir se fue a un restaurante porque dijo que le sirvieron muy poquito. Mucho luchará contra sus defectos y llegará a ser un gran santo: SAN PIO X.

ANDRÉS era un niño terrible, rebelde y molestón, y tanto que sólo lo soportaba su propia mamá; cuando creció, fue un estudiante problemático y promotor de desórdenes; lo encerraban para castigarlo y se escapaba; más tarde será muy mundano, le gustarán los bailes y las fiestas. Pero también supo acudir a Nuestro Señor, y con la gracia de Dios y fuerza de voluntad, llegó a enmendarse; llegará a ser sacerdote, párroco, fundará una comunidad de religiosas, y llegará a ser un gran santo: SAN ANDRÉS DE FOURNET.

TEMPESTAD DE LOS ESCRÚPULOS
Un joven religioso era muy escrupuloso; veía pecado donde no había, y esto hizo que comenzara a dejar la santa Comunión; acudirá a Nuestro Señor y luchará con fuerza, y llegará a ser un gran Santo: SAN BUENAVENTURA, escritor eclesiástico, Cardenal y Doctor seráfico de la Santa Iglesia.

TEMPESTAD DEL RENCOR
Juana no podía perdonar al asesino de su marido; tanto luchó y se encomendó a Dios, que al final lo logró y lo perdonó; hasta le pidió al asesino que fuera el padrino de uno de sus hijos. Cuando esto lo supo San Francisco de Sales, su director espiritual, se estremeció de emoción. Llegará a ser una gran santa: SANTA JUANA FREMIOT DE CHANTAL

TEMPESTAD DEL ODIO
Juan tenía gran odio contra el asesino de su hermano. Una vez, un Viernes santo, cuando iba armado y a caballo con otros amigos, se encontraron al asesino sólo y desarmado. Juan estaba ya dispuesto a matarlo cuando el asesino se puso de rodillas, y le suplicó, con los brazos en cruz, que lo perdonara por amor a Nuestro Señor, que murió un día de Viernes santo; Juan bajó del caballo y lo perdonó. Poco después, entrará a una iglesia a rezar, y allí oirá que Nuestro Señor le dice: “Gracias, Juan”.
Llegará a ser un gran santo, el gran SAN JUAN GUALBERTO, fundador de monasterios benedictinos.

TEMPESTAD DEL AMOR A LOS VICIOS DEL JUEGO DE AZAR
Camilo era un vicioso; le gustaban los juegos de azar, todo lo apostaba, incluso sus vestidos; En 1574 apostó en las calles de Nápoles sus ahorros, sus armas, todo lo que poseía y perdió hasta la camisa que llevaba puesta.
Pero acudió a Nuestro Señor y llegó a ser el gran San Camilo de Lelis, Patrono de los hospitales y enfermeros.

TEMPESTAD DE LA MUNDANIDAD
Jerónimo era un mundano; le gustaba jugar, divertirse; Un día, cansado de esta vida mundana, acudirá a Nuestro Señor, y llegará a ser el gran San Jerónimo Emiliano, el gran Patrono de los niños huérfanos.


CONCLUSION
Queridos fieles, ¡qué consolador conocer estas cosas!
Nosotros, quizás también somos orgullosos, perezosos, vanidosos, rencorosos, mal geniados y estamos llenos de defectos; ¡Pero no desesperemos! ¡Tenemos remedio!

Si los santos pudieron salir adelante, ¿por qué nosotros no? Este fue el pensamiento que movió a San Agustín a convertirse: “si ellos pudieron, ¿por qué yo no?”

Acudamos a Nuestro Señor, despertémoslo con nuestras oraciones, con nuestras lágrimas, con nuestros gemidos; y Él, seguro que se levantará, imperará a los vientos de nuestras miserias y pecados, y pronto habrá gran bonanza; de esta manera podremos llegar a puerto seguro, Y no sólo al puerto de la salvación, sino al puerto de la santidad.

domingo, 7 de diciembre de 2008

FIESTA DE CRISTO REY

Queridos fieles:
En el Evangelio, hemos recordado que los judíos llevaron a Nuestro Señor al pretorio de Pilatos. Nuestro Señor ya estaba todo cansado, golpeado, escupido, débil por todos los malos tratos de los soldados;
Y allí, en el pretorio, los judíos acusaron a Jesús.
Y Pilatos le preguntó:
“¿Eres Tú el rey de los judíos?”
Jesús después contestará:
“Mi reino no es de este mundo. Si de este mundo fuese mi reino, mis gentes hubieran luchado para que no fuese Yo entregado en manos de los judíos, pero mi Reino no es de aquí.”
Replicóle Pilatos: “¿con que Tú eres Rey?
Respondió Jesús: “Tú lo dices, Yo soy Rey. Yo para esto nací y para esto vine al mundo…”
SÍ, QUERIDOS FIELES, NUESTRO SEÑOR ES REY, ¿Y POR QUÉ?
Pues por ser nuestro Dios y nuestro Redentor:
· Por ser Dios:
- Dios es el “todopoderoso, Rey de los reyes, y Señor de los señores”
- Al Él le debemos sumisión, Él nos creó : Él dijo : “Mías son todas las cosas…”
· Por ser nuestro Redentor:
- Por el pecado original éramos esclavos del demonio e hijos de la maldición
- Nuestro Señor Jesucristo nos rescató, no con oro, ni con plata, sino con su Sangre preciosísima, generosamente derramada
- Por eso, nosotros no somos nuestros, fuimos comprados a gran precio
- Nuestro Señor es nuestro Dueño, nuestro Salvador, nuestro Rey

ESTE IMPERIO DE CRISTO sobre todas las cosas, lo proclama San Pablo con gran majestad: Nuestro Señor Jesucristo es “ el primogénito de toda la creación, porque en Él han sido creadas todas las cosas en los cielos y sobre la tierra, el mundo visible y el invisible, tronos, señores, principados, dominaciones, todo ha sido creado por Él y para Él,…, PARA QUE EN TODO TENGA ÉL LA PRIMACÍA” ( Col. 1 )

PERO, ¡QUÉ LÁSTIMA!, queridos fieles, Nuestro Señor fue rechazado como rey:
Los judíos, enfurecidos, negaban a su Rey: Pilatos: “¿queréis que os suelte al rey de los judíos?”
Ellos gritaban: “¡No a Él, sino a Barrabás! ¡ si sueltas a éste, no eres amigo del César! ¡ todo el que se pretende rey se opone al César!
Pilatos: “¡He aquí a vuestro rey!
Y ellos se pusieron a gritar como lobos rabiosos: “¡No, que muera, que muera! ¡crucifícalo, crucifícalo!”
Pilatos: “¿a vuestro rey he de crucificar?
Respondieron los sumos sacerdotes: “Nosotros no tenemos más rey que el César”

JESÚS SUFRIÓ entonces el más cruel de sus dolores, la más baja de las injurias, Él, el gran Mesías esperado, el gran rey, fue rechazado por su pueblo elegido, a quien había dado, desde hacía muchos siglos, muchas muestras de amor y predilección: “vino a los suyos, y los suyos no le recibieron” “Pueblo mío, ¿qué te he hecho, en qué te he contristado?, ¡respóndeme! ¿qué más debí hacer, y no hice? ¿Por qué te saqué de la tierra de Egipto, has preparado una Cruz a tu Salvador?”

Queridos fieles, y NO SÓLO LOS JUDÍOS HAN RECHAZADO A CRISTO REY, ahora también, en este mundo actual, tan corrompido y lejos de Dios,
Nuestro Señor ya no reina ni en las naciones, ni en las familias, ni en las almas.

· NUESTRO SEÑOR YA NO REINA EN LAS NACIONES:
- Se proclamó desde hace mucho la independencia de la Iglesia y del Estado
- Se le da el mismo lugar a Nuestro Señor, a Buda, a Mahoma, al diablo.
- Roma misma pidió que se quitara de alguna Constitución polaca, que la religión católica fuera la religión del Estado
- En la Revolución francesa, se proclamaron los derechos del hombre:
¡Se proclamó que el hombre es libre, libre de Dios!
¡El hombre ya no quiere servir a Dios!
Esto se parece a loa primera revolución que hubo en el mundo, la de Satanás, Cuando el gritó : “¡no serviré!”
- No, Nuestro Señor ya no reina en las naciones
· Y también, NUESTRO SEÑOR YA NO REINA EN LAS FAMILIAS

- ¿cuántas rezan reunidas al pié del Sagrado Corazón entronizado?
- ¡quizás no está entronizado el Sagrado Corazón!
- ¡quizás ni siquiera haya una imagen de Él!
- ¿cuántas familias se reúnen para rezar, aunque fuera solo un ratito?
- ¡quizás sólo se reúnen para las fiestas, o para ver televisión!
- No, Nuestro Señor ya no reina en la mayoría de las familias
· Y NUESTRO SEÑOR YA NO REINA EN LAS ALMAS
- Con que facilidad se cometen los pecados mortales , es el reino de Satanás
- Los santos llegaban a hacer cosas heroicas para evitar el pecado, revolcarse en las espinas, lanzarse a un estanque de agua helada, etc.
- Nosotros no, nos acostamos, encendemos la televisión, navegamos libremente por Internet, mantenemos y hasta reafirmamos nuestras relaciones pecaminosas.
- En una palabra, somos impíos, no queremos que reine Nuestro Señor en nuestras almas, preferimos la novia, el novio, el Internet, la televisión, la moda, el trago, el placer;
- con esta manera de actuar, aún sin abrir la boca estamos gritando como los impíos:
“¡no queremos que reine sobre nosotros, quítale, quítale, crucifícale, crucifícale!”

¡QUÉ TRISTEZA, NUESTRO SEÑOR YA NO REINA en las naciones, ni en las familias, ni en las almas! Las mismas almas que deberían defender su realeza la están negando:

RECORDEMOS LAS PALABRAS DEL CARDENAL RATZINGER en 1987 :
Él “decía que la sociedad no debe ni puede ser cristiana, que esto es contra la naturaleza de la sociedad, que Nuestro Señor no puede ni debe reinar en las sociedades, que la conciencia humana es libre en relación a Nuestro Señor, que hay que dejar en libertad a los hombres, que hay que darles un espacio social autónomo.”

Queridos fieles,
¡Negar la realeza de Nuestro Señor es una abominación!
¡ hasta los mismos animales reconocen su realeza!
¡también los vegetales y hasta los seres inertes! Les doy tres ejemplos:

LOS SERES INERTES LA RECONOCEN
El agua la reconoció.
En el año 1226, en Aviñón, Francia, UN RÍO SE DESBORDÓ con ímpetu furioso, y convirtió en un inmenso lago toda la ciudad.
EN MEDIO DE AQUELLA GRAN CONSTERNACIÓN, la gente piadosa se acordó que en una capilla estaba expuesto solemnemente el Santísimo Sacramento, y determinaron salvarlo de la inundación.
Algunos hombres SE EMBARCARON en un pequeño bote y remaron hacia el lugar de la pequeña iglesia, y al entrar encontraron algo asombroso:
SE HABÍA REPETIDO EL PRODIGIO DEL MAR ROJO Y DEL RÍO JORDÁN, pues las aguas se conservaban a una altura de más de un metro formando a derecha e izquierda del altar una pared de agua, quedando libre el paso hacia el tabernáculo, el cual permanecía intacto, así como el Santísimo.
¡Qué maravilloso, las aguas reconocieron a su Dios y a su Rey, y le formaban escolta, sin tocarlo!

LOS VEGETALES TAMBIÉN
Lo siguiente ocurrió en Orleáns, Francia.
HABÍA UN FAMOSO HEREJE en esa ciudad, quien había dicho que jamás creería en la presencia real de Nuestro Señor en la Eucaristía ( y que menos lo adoraría ).
UN SANTO MONJE CAPUCHINO había tratado de convencerlo con poderosos argumentos, pero aún así el hereje no creía.
HABÍA EN ESE LUGAR UN JARDÍN, y en ese jardín un árbol muy grande y grueso ( una encina), y en lo más alto de ese árbol estaban sus ramas y sus hojas.
EL HEREJE LLEGÓ A DECIR QUE, así como esa encina jamás se inclinará ante la hostia consagrada, de modo que sus ramas y hoja toquen el suelo,
ASÍ TAMPOCO ÉL NUNCA CREERÁ y adorará a Cristo sacramentado.
AL OIR ESTA PROVOCACIÓN, el capuchino, inspirado por Dios, dijo al hereje:
“Y si la encina inclina sus ramas hasta tocar el suelo, como decís, ¿creerás en la presencia real de Jesucristo en el Sacramento?”
EL HEREJE, CON SARCÁSTICA RISA CONTESTÓ:
“si esto sucediere, no tendré inconveniente alguno en creer lo que los católicos creen”.
ENTONCES, EL RELIGIOSO SE ARRODILLÓ, juntó sus manos, y dirigiendo sus ojos al cielo, suplicó al Dios todopoderoso que le asistiera en aquella ocasión de tanta gloria para la majestad divina.
SE LEVANTÓ, Y ANIMADO DE VIVA FE, se dirige a la encina, y en nombre de Jesucristo le mandó que se inclinara ante su Dios sacramentado.
¡MOMENTO SOLEMNE Y DE GRAN EXPECTACIÓN! Como si el corpulento árbol fuera capaz de entender lo que se le ordenaba, inclinó al punto sus ramas hasta tocar con sus hojas de la copa el pasto verde del suelo.
EL HERESIARCA, AL VER TAN ESTUPENDO Y RARO PRODIGIO, hizo inmediatamente la señal de la cruz y creyó en Cristo sacramentado; y con su ejemplo, muchos herejes se convirtieron.
¡Qué maravilloso, el reino vegetal reconoce a su Dios y su Rey, y se inclina ante Él!

¡Y HASTA LOS MISMOS ANIMALES RECONOCEN LA REALEZA DE CRISTO!
En un pueblo de España, en el año 1624 ocurrió algo sorprendente:
DOS PERSONAS IMPÍAS tuvieron la diabólica idea de entrar a una iglesia para robarse la custodia que contenía el Santísimo Sacramento.
UNA VEZ QUE REALIZARON EL ROBO, la hostia consagrada la escondieron en el hueco de un árbol, y se quedaron con la custodia, de oro y con piedras preciosas.
CUANDO SE TUVO LA NOTICIA del robo sacrílego, fue grande la consternación de los moradores del pueblo. Se comenzó a buscar a los culpables, y gracias a Dios, pudo encontrarse a los ladrones, los cuales fueron encerrados en una dura prisión, y fueron obligados a declarar donde habían puesto el Santísimo Sacramento.
UNA VEZ QUE SE SUPO EL LUGAR en donde lo habían puesto, se organizó una devota procesión en busca del Santísimo Sacramento.
UNA VEZ QUE SE LOCALIZÓ EL ÁRBOL, se vio, con gran asombro de todos los presentes, a una gran multitud de hormigas que llevaban pajas, hojitas, piedritas, granos, y entraban en el hueco del árbol.
SE ASOMARON AL HUECO del árbol, ¿y qué fue lo que vieron?
PUES VIERON QUE LAS HORMIGAS, con todo lo que habían recogido, ¡le habían fabricado un hermoso pequeño altar al Santísimo Sacramento!, con forma de custodia.
¡SORPRENDENTE, las mismas hormigas reconocieron a su Dios, a su rey!

Queridos fieles, ¡NO NOS DEJEMOS GANAR POR LOS ANIMALES, por los vegetales, y por los seres inertes!,
RECONOZCAMOS TAMBIÉN A CRISTO COMO NUESTRO REY ABSOLUTO, y demostremos nuestra sujeción a Él por medio de las obras.
· que Él sea el rey de nuestras almas
- Todas las noches, hagamos un pequeño examen de conciencia antes de dormir, y preguntémosnos:
- ¿qué pecado cometo más frecuentemente?
- ¿Cuál destrona a Jesús y lo hecha fuera de mi corazón?
- ¿por qué peco? ¿ por usar Internet, por ver T.V, por una mala amistad?
- ¿por no cuidar la mirada? ¿por no cuidar la lengua?
- Concentremos todas nuestras fuerzas para vencer primero el pecado que más a menudo cometamos
- Tomemos resoluciones firmes y generosas
- ¡Nuestro Señor debe reinar!
- También amemos mucho la Santa Comunión
- Nuestro Señor quiere entrar en su trono por la comunión
- Si el domingo que venimos a Misa , no comulgamos, ¡el rey se no pudo entrar, se quedó fuera!
- La verdadera gran alegría del domingo, no es la reunión familiar, o la fiesta, o el almuerzo con los amigos;
- La verdadera gran alegría del Domingo es el haber recibido a Nuestro Señor, con Él lo tenemos todo.
· que Nuestro Señor sea el rey de nuestras familias
- Entronicemos al Sagrado Corazón en nuestros hogares
- Si ya lo hemos hecho, renovemos con frecuencia esa consagración.
- Tratemos de rezar en familia, si se puede, aunque sea un poquito, a los pies del Sagrado Corazón
· Todo esto será muy útil para que algún día, Nuestro Señor sea el rey de las naciones


CONCLUSION
Queridos fieles, Nuestro Señor es el Rey, si las gentes, las familias y las naciones no lo reconocen,
¡NOSOTROS SÍ!
Pongamos a los pies de Nuestro Señor, todas nuestras facultades, nuestras potencias, nuestros deseos; todo lo que somos o poseamos, pongámoslo a su servicio hasta la muerte, ¡Sí, hasta dar la vida por la gloria de nuestro Rey!
Y recuerden esas palabras de San Agustín, que nos darán ánimo en la lucha y harán temblar a los enemigos: “¿a quién tenemos miedo si estamos con Dios? Porque si nos derrotan a nosotros, tendrán que vérselas directamente con Dios”.

Y DE HECHO ASÍ SERÁ, PUES AL ANTICRISTO, Dios mismo lo destruirá con un soplo de su boca; EN ÚLTIMA BATALLA DEL FIN DEL MUNDO, cuando los enemigos se reúnan en Armaggedon, Dios mismo hará descender fuego del cielo y los aniquilará.

“¡Enemigos de Cristo, no hay nada que hacer! : Nuestro Señor Jesucristo ha sido, es y será siempre el Rey del Universo”.
¡Recuerden las palabras de Nuestro Señor! :

“A los que no han querido que Yo reine sobre ellos,
¡Traedlos aquí y degolladlos en mi presencia!”

Para terminar, elevamos a Dios este hermoso himno a Cristo Rey:

HIMNO A CRISTO REY

A Ti, oh Cristo, aclamamos
por Príncipe de los siglos, Rey de las naciones;
a Ti confesa­mos único dueño de las almas y de los corazones.

La multitud criminal grita: "No queremos que Cristo rei­ne";
más nosotros, entre aplausos, te aclamamos supre­mo Rey de todos.
¡Oh Cristo, Príncipe de la paz!
Somete a los obstinados y congrega a los desviados de tu amor en un solo redil.

Para ello pendes del árbol sangriento con los brazos abiertos
y traspasado el pecho por aguda lanza, y muestras el corazón abrasado.

Para ello te ocultas en los altares bajo las especies de pan y vino,
vertiendo de tu abierto costado la salud para tus hijos.

A Ti te honren con público culto los jefes de las naciones,
te adoren los magistrados y los jueces; las leyes y las artes te enaltezcan.

Brillen las insignias reales a Ti consagradas;
haz que vuelvan sometidos a tu suave cetro, la patria y los hogares de los ciudadanos.
Gloria a Ti, oh Jesús, que riges los reinos del mundo,
en unión del Padre y del Espíritu Santo, por los siglos de los si­glos. Así sea.