Sermón - Domingo XXIII después de Pentecostés
Hemos hablado hace algún tiempo sobre la soberbia: vimos que es un pecado abominable; que todos tenemos, al menos, un poco de él, en nuestros pensamientos, palabras, y acciones. Vimos también como Dios detesta este pecado:
“No morará en medio de mi casa el que obra con soberbia” (Salm.100,7)
“En donde hubiere soberbia, allí habrá también deshonra” (Prov.14,3)
“La soberbia es aborrecible a Dios y a los hombres” (Si.10,7)
“El principio de todo pecado es la soberbia: quien la tuviere será lleno de maldición, y al cabo le transformará” (Si.10,15)
SAN BERNARDO ENUMERA DOCE GRADOS DE SOBERBIA: Curiosidad, ligereza o inconstancia del alma, alegría necia, jactancia, singularidad,
arrogancia, presunción, defensa de los pecados, confesión simulada, rebelión, libertad de pecar y costumbre de pecar. TRATAREMOS DE VER, poco a poco, cada uno de estos grados de soberbia. TRATEMOS DE TENER CUIDADO, y reconozcámoslos, para irnos guardarnos de ellos. Si no lo hacemos, uno sin darse cuenta podría ir subiendo éstos grados de soberbia rápidamente y llegar a los más altos, lo cual podría significar la pérdida de nuestra alma.
Recuerden EL EJEMPLO TERRIBLE de cómo alguien escaló rápidamente por estos grados de soberbia, es Simón Mago, y su fin fue más terrible todavía:
EJEMPLO: SIMON MAGO
Curiosidad.- Le llamó mucho la atención los milagros de los apóstoles, y se puso a averiguar cual sería la causa de los grandes poderes que tenían
Confesión simulada.- No se había arrepentido de sus pecados, y recibió hipócritamente el bautismo
(Ambición de poderes).- Ofreció dinero a San Pedro con tal de tener también el poder de hacer descender el Espíritu Santo. Y por lo tanto de hacer milagros.
Singularidad.- Quería atraer a la gente con sus magias y hechicerías.
Jactancia, arrogancia y presunción.- Muchos romanos fueron engañados por sus magias y lo consideraban una deidad. Dicen que incluso el mismo emperador Claudio ordenó fundir una estatua del mago, en la que se leía la inscripción “A Simón, el Santo dios,”
Rebelión contra Dios.- Dicen que él mismo se hacía llamar el Cristo y por eso, fue castigado con una muerte muy terrible en presencia de muchos.
Queridos fieles, ¡QUÉ TERRIBLE ES LA SOBERBIA! , hasta donde puede llegar uno en su ceguedad.
Por eso, comencemos a combatirla, incluso desde sus manifestaciones más simples, como lo es el primer grado de soberbia: LA CURIOSIDAD.
Veamos 5 pequeños puntos:
1) Ejemplo inicial (de la Sagrada Escritura)
2) Lo que dice un santo sobre la curiosidad (San Bernardo)
3) La definición propia de la curiosidad (Santo Tomás)
4) La curiosidad es un vicio terrible
5) Mortifiquemos la curiosidad
1) EJEMPLO INICIAL(Sagrada Escritura):
En el libro del Génesis se lee lo que le pasó a LA MUJER DE LOT, en parte por ser curiosa:
Dios le había dicho a Lot que tomara a su mujer y a sus dos hijas, y que salieran de la ciudad, que huyeran, no sea que perecieran. Y LES DIJO QUE NO MIRARÁN ATRÁS. ¿Y qué pasó? Lo dice la Sagrada Escritura: “Más la mujer de Lot miró hacia atrás y se convirtió en estatua de sal.” (Gén. 19, 26)
Vean, queridos fieles, lo que le pasó a esa mujer por curiosa. Dios la castigó para que nosotros aprendiéramos que hay que obedecer lo que Dios nos manda. Es cierto que esa mujer fue castigada por su desobediencia, por su apego a la ciudad, pero ¿por qué desobedeció? Desobedeció incitada por la curiosidad.
En el libro de la Sabiduría (10,7) , se lee que esa estatua de sal aún existía, y la gente la podía ver “como testimonio de un alma incrédula”.
2) LO QUE DICE UN SANTO SOBRE LA CURIOSIDAD (San Bernardo):
La curiosidad hace que nos guste andar por muchas partes, y ya estemos sentados, o de pié, todo es mover los ojos de aquí para allá, y prestar oídos para todo lo que se dice. La persona que hace esto, demuestra con esta agitación una enfermedad del alma, y que le hace menos circunspecto, más descuidado de sí y de sus cosas, y más atento para las ajenas.
Como esta alma se desconoce a sí misma, se sale de sí y comienza a usar de todos sus sentidos y facultades para mirar y curiosear lo que pasa en el mundo exterior.
“Oye, tú, curioso, escucha a Salomón, escucha lo que te dice el Sabio: <>, como quien dice: vigila todos tus sentidos, custodia el mayor tesoro que es el amor y la gracia de Dios. ¿a dónde vas tú, curioso, cuando te apartas de ti? ¿a qué guarda te confías cuando te dejas abandonado? No debes mirar a todas partes, a la tierra debes mirar para aprender a conocerte; ella te pondrá ante los ojos que eres polvo y en polvo te has de convertir”
San Bernardo dice que EL CURIOSO IMITA A DINA, A EVA Y AL PROPIO SATANÁS.
DINA, por curiosa, salió por el campo, y ello fue causa que la raptaran y le robaran la virginidad.
“¿Que necesidad tenías, Dina, de irte a mirar a las mujeres extranjeras?
¿qué te importaban a ti? ¿la curiosidad sola guió tus pasos?
¡quién iba a pensar que tu ociosidad curiosa, o tu ociosa curiosidad, iba a ser no vana, sino perniciosa, no sólo para ti y para tu familia, sino también para tus enemigos!”
¡También tú, EVA, estabas bien en el Paraíso, después te iban a llevar al cielo!
Todos los frutos del paraíso eran para ti, menos los del árbol del bien y del mal.
¿por qué entonces te recreabas en mirar lo que no te era lícito comer?
Si Eva dijera: ¿pero qué no puedo mirar a donde me plazca? Le respondería San Pablo: “todo me es lícito, pero no todo me es conveniente” El mirar no es necesariamente pecado, pero sí es ocasión de pecado.
Eva, ¿por qué quisiste probar bocado de ese fruto prohibido, que además sabía muy mal?
En parte por curiosidad, el árbol prohibido era el árbol de la ciencia del bien y del mal,
¡PERO EVA, NO DEBÍAS DE SABER MÁS DE LO QUE CONVENÍA SABER! Así, primero, la curiosidad atacó a Eva. Y Cuando la serpiente dijo: si comes, “de ninguna manera morirás”, se acrecentaron entonces los deseos de Eva, luego se excitó la gula, después la codicia con el “seréis como dioses”; y después terminó por desobedecer y comer del fruto prohibido.
“¡MALDITA CURIOSIDAD, QUE TE HIZO PERECER A Ti, a Adán, y a tus descendientes!
Por tu culpa, nacemos para morir, es más, antes de haber nacido, ya estamos muertos (pues somos concebidos sin gracia de Dios).”
Y EL CURIOSO IMITA TAMBIÉN AL MISMO SATANÁS.
“Eras imagen de Altísimo, colocado no en el paraíso terrenal, sino en las delicias del mismo paraíso de Dios, ¿qué más podías desear y apetecer?
Estabas lleno de sabiduría, y eras perfecto en hermosura,
¡no busques cosas más altas que tú, ni ambiciones lo que está por encima de tus fuerzas!
¡quédate en ti mismo, no pretendas elevarte a mayores grandezas!
PERO NO HACES CASO, Y DIRIGES curiosas miradas a quien es más alto que tú, y dices: “pondré mi trono allá arriba, y seré semejante al Altísimo”. ¿ADÓNDE TE LLEVÓ TU CURIOSIDAD, desgraciado? Te llevó a una gran presunción. Fue el comienzo de tu perdición y la de los tuyos. “SI EL ÁNGEL CAYÓ, FUE POR DEJARSE LLEVAR DE LA CURIOSIDAD, porque primero miró curiosamente, lo que después deseó ilícitamente y esperó conseguir presuntuosamente”.
3) DEFINICIÓN:
VANACURIOSIDAD.-
“Consiste este vicio en un instintivo deseo de conocer lo oculto y secreto de cualquier género, sintiéndose poderosamente instigada el alma hasta conseguirlo. Basta que una cosa, por insignificante que sea, tenga el tinte del secreto y del ocultamiento, para que el deseo se vea apremiado, ansioso e instigado”. “Es una inclinación a satisfacer nuestra necesidad natural de saber, mediante conocimientos inútiles, peligrosos o malos.”
SANTO TOMÁS:
El hombre tiene una inteligencia dada por Dios cuyo objeto es conocer la verdad.
La inteligencia quiere conocer la verdad, y la verdad es en sí buena.
En lo que puede haber desorden es en el apetito, en el gusto desordenado por conocer las verdades, por conocer las cosas.
HAY 4 MANERAS EN QUE ESTA CURIOSIDAD POR CONOCER ES DESORDENADA:
a) Cuando uno se dedica a estudiar, o a curiosear en cosas menos útiles (o inútiles) y por ello se descuida el estudio de las cosas más importantes que a uno le incumbe por necesidad.
“No escudriñes con ansias las cosas superfluas” (Ecli.3,24).
b) Cuando uno se pone a curiosear cosas malas (en cuanto a la fe, a la moral, etc.).
c) Cuando lo que uno quiere saber, no lo está refiriendo a la gloria de Dios y al provecho del prójimo (querer enterarse de chismes, críticas, murmuraciones).
d) Y cuando uno quiere saber cosas que están sobre su capacidad, ya que por esto los hombres caen en muchísimos errores.
“No busques lo que es sobre tu capacidad, ni escudriñes aquellas cosas que exceden tus fuerzas; sino siempre piensa en lo que te tiene mandado Dios, y no seas curioso de sus muchas obras” (Ecles. 3,22)
“Muchas cosas se te han enseñado que sobrepujan la humana inteligencia. A muchos sedujo la falsa opinión que formaron de ellas” (Ecles. 3,26)
4) LA CURIOSIDAD ES UN VICIO TERRIBLE
“La curiosidad es hija de la imaginación loca y desordenada; la hermana de la curiosidad es la inquietud. Por eso, la persona curiosa, es inquieta y desordenada.
En todos los estados, clases y condiciones existe este maldito vicio de la curiosidad”.
ES UN VICIO MUY ODIOSO que a veces trae funestas consecuencias, y acarrea al alma muchísimos y grandes males. MUCHAS VECES, AL SATISFACERSE LA CURIOSIDAD, uno encuentra el veneno que causa la muerte del alma (como le pasó a Eva y a Satanás);
OTRAS VECES, al curiosear, el alma recibe profundas puñaladas, arrepintiéndose después de haber curioseado (como le pasó a Dina).
LA CURIOSIDAD DESPIERTA PASIONES TERRIBLES. ES SOBRE TODO, UN VICIO DE LAS MUJERES, que llega a inocular con su veneno a miles de corazones. Mucho cuesta a las mujeres dominar este natural instinto de la curiosidad. Que nace y crece con ellas, desarrollándose en toda su extensión cuando no se le combate por medio de las virtudes morales.
SÓLO LA VIRTUD ES CAPAZ DE MODERAR LOS BRÍOS DE LA CURIOSIDAD, sólo la santidad llega a dominarla; digo a dominarla, no a matarla, porque la curiosidad sólo muere cuando muere la criatura.
GRAN TRIUNFO HABRÁ CONSEGUIDO LA MUJER QUE LLEGUE A DOMINAR LA CURIOSIDAD, y crea entonces que ha dado un gran paso en la vida espiritual, pues donde reside la curiosidad, es imposible que exista la acción y santa quietud del Espíritu Santo.”.
5) MORTIFICACIÓN DE LA CURIOSIDAD:
· VISTA:
- Cerrar los ojos ante todo a todo espectáculo peligroso (T.V, Internet), e incluso tener la valentía de cerrarlos a todo espectáculo vano e inútil (Novelas, diversos programas televisivos). Ver sin mirar; no fijarse en nadie para discernir su belleza o fealdad.
- Por la inmortificación de la vista se derrumbaron hombres que parecían de una virtud inquebrantable. Por ejemplo, el REY DAVID (2 Rey.11,2-4) Por eso, sin el control de la vista es muy difícil mantenerse en el camino de la virtud y aún en el simple estado de gracia.
- Muy bien lo comprendió el Santo Job, que “hizo pacto con sus ojos de no mirar doncella alguna”(Job.31,1) (SAN LUIS GONZAGA, incluso, no quería levantar su mirada para ver a su mamá).
- Con esta mortificación de la vista no sólo se evitan pecados de impureza, sino también, según lo dice San Juan de la Cruz, la curiosidad de los ojos produce vanidad de ánimo, codicia, descompostura exterior e interior, envidia.
- Es bueno saber privarse también, a veces, de los espectáculos interesantes y honestos: es el medio para adquirir dominio sobre el sentido de la vista y sobre los demás sentidos. (SAN JUAN BOSCO, preparaba con sus niños, obras de teatros para las fiestas importantes, después de muchos ensayos, llegaba el gran día de la fiesta, y se desarrollaba la obra de teatro, la gente estaba feliz, cuando se acercaban los momentos culminantes de la obra, los de mayor emoción, alguien vio a San Juan Bosco bajar la mirada…)
· OÍDO:
- No dar oído a los chismes, burlas, críticas, sospechas y murmuraciones. Es el medio de no cooperar al pecado de los que hablan mal, y de frenar sus tristes repercusiones.
· LENGUA:
- No preguntar a los demás sobre chismes, pecados, acciones sin interés del prójimo.
- Recordar que de toda palabra vana daremos cuenta a Nuestro Señor.
· IMAGINACIÓN:
- Mortificar la imaginación cuando uno comienza a pensar cosas sobre las demás personas (pecados, acciones, defectos).
· INTELIGENCIA:
- Debemos prohibirnos las lecturas frívolas, las novelas, el estudio de cosas malas o peligrosas; de las lecturas inútiles o de pura curiosidad;
- y también debemos controlar el tiempo que pasamos leyendo el periódico o escuchando las noticias. (Todas estas cosas dañan el recogimiento, la unión con Dios, y nos hacen perder un tiempo que debemos íntegramente a Dios).
CONCLUSION
Sí, Queridos fieles, LA CURIOSIDAD, PRIMER GRADO DE ORGULLO, vicio terrible que puede ocasionar terribles consecuencias.
NUNCA OLVIDEN LO QUE LE PASÓ AL REY DAVID, a la esposa de Lot, a Dina, escarmentemos en carne ajena.
PRACTIQUEMOS ESTA MORTIFICACIÓN BÁSICA de la curiosidad que hemos indicado.
Ó también, COMO DICE UN AUTOR:
“EL REMEDIO GENERAL para toda curiosidad es el recogimiento exterior e interior del corazón, unido a un amor muy grande a Dios, porque el que ama a Dios con todo el corazón, no se ocupa ni se entretiene en cosas insignificantes, no anda por allí curioseando; sino que directamente busca y se lanza a agradar a Dios de la manera más perfecta que le permiten sus fuerzas.
RECUERDEN TAMBIÉN EL PRIMER GRADO DE HUMILDAD, que se opone a la curiosidad, el cual es: mirarse uno mismo, y reconocer en nosotros nuestra propia miseria.
Sí, pensemos frecuentemente en lo pecadores que hemos sido, en lo pecadores que aún somos, en lo pecadores que podríamos llegar a ser, si Dios lo permitiera; Y ESTE SÓLO PENSAMIENTO NOS AYUDARÁ A MANTENERNOS en una humildad básica; Y ASÍ, NO ANDAREMOS CURIOSEANDO POR ALLÍ; no andaremos buscando la pajita en el ojo de nuestro hermano, pues bien sabremos que nosotros tenemos grandes vigas en nuestro mismo ojo, QUE HABRÁ QUE QUITAR PRIMERO, para así poder ver claramente, y ayudar mejor a nuestro prójimo.
Hemos hablado hace algún tiempo sobre la soberbia: vimos que es un pecado abominable; que todos tenemos, al menos, un poco de él, en nuestros pensamientos, palabras, y acciones. Vimos también como Dios detesta este pecado:
“No morará en medio de mi casa el que obra con soberbia” (Salm.100,7)
“En donde hubiere soberbia, allí habrá también deshonra” (Prov.14,3)
“La soberbia es aborrecible a Dios y a los hombres” (Si.10,7)
“El principio de todo pecado es la soberbia: quien la tuviere será lleno de maldición, y al cabo le transformará” (Si.10,15)
SAN BERNARDO ENUMERA DOCE GRADOS DE SOBERBIA: Curiosidad, ligereza o inconstancia del alma, alegría necia, jactancia, singularidad,
arrogancia, presunción, defensa de los pecados, confesión simulada, rebelión, libertad de pecar y costumbre de pecar. TRATAREMOS DE VER, poco a poco, cada uno de estos grados de soberbia. TRATEMOS DE TENER CUIDADO, y reconozcámoslos, para irnos guardarnos de ellos. Si no lo hacemos, uno sin darse cuenta podría ir subiendo éstos grados de soberbia rápidamente y llegar a los más altos, lo cual podría significar la pérdida de nuestra alma.
Recuerden EL EJEMPLO TERRIBLE de cómo alguien escaló rápidamente por estos grados de soberbia, es Simón Mago, y su fin fue más terrible todavía:
EJEMPLO: SIMON MAGO
Curiosidad.- Le llamó mucho la atención los milagros de los apóstoles, y se puso a averiguar cual sería la causa de los grandes poderes que tenían
Confesión simulada.- No se había arrepentido de sus pecados, y recibió hipócritamente el bautismo
(Ambición de poderes).- Ofreció dinero a San Pedro con tal de tener también el poder de hacer descender el Espíritu Santo. Y por lo tanto de hacer milagros.
Singularidad.- Quería atraer a la gente con sus magias y hechicerías.
Jactancia, arrogancia y presunción.- Muchos romanos fueron engañados por sus magias y lo consideraban una deidad. Dicen que incluso el mismo emperador Claudio ordenó fundir una estatua del mago, en la que se leía la inscripción “A Simón, el Santo dios,”
Rebelión contra Dios.- Dicen que él mismo se hacía llamar el Cristo y por eso, fue castigado con una muerte muy terrible en presencia de muchos.
Queridos fieles, ¡QUÉ TERRIBLE ES LA SOBERBIA! , hasta donde puede llegar uno en su ceguedad.
Por eso, comencemos a combatirla, incluso desde sus manifestaciones más simples, como lo es el primer grado de soberbia: LA CURIOSIDAD.
Veamos 5 pequeños puntos:
1) Ejemplo inicial (de la Sagrada Escritura)
2) Lo que dice un santo sobre la curiosidad (San Bernardo)
3) La definición propia de la curiosidad (Santo Tomás)
4) La curiosidad es un vicio terrible
5) Mortifiquemos la curiosidad
1) EJEMPLO INICIAL(Sagrada Escritura):
En el libro del Génesis se lee lo que le pasó a LA MUJER DE LOT, en parte por ser curiosa:
Dios le había dicho a Lot que tomara a su mujer y a sus dos hijas, y que salieran de la ciudad, que huyeran, no sea que perecieran. Y LES DIJO QUE NO MIRARÁN ATRÁS. ¿Y qué pasó? Lo dice la Sagrada Escritura: “Más la mujer de Lot miró hacia atrás y se convirtió en estatua de sal.” (Gén. 19, 26)
Vean, queridos fieles, lo que le pasó a esa mujer por curiosa. Dios la castigó para que nosotros aprendiéramos que hay que obedecer lo que Dios nos manda. Es cierto que esa mujer fue castigada por su desobediencia, por su apego a la ciudad, pero ¿por qué desobedeció? Desobedeció incitada por la curiosidad.
En el libro de la Sabiduría (10,7) , se lee que esa estatua de sal aún existía, y la gente la podía ver “como testimonio de un alma incrédula”.
2) LO QUE DICE UN SANTO SOBRE LA CURIOSIDAD (San Bernardo):
La curiosidad hace que nos guste andar por muchas partes, y ya estemos sentados, o de pié, todo es mover los ojos de aquí para allá, y prestar oídos para todo lo que se dice. La persona que hace esto, demuestra con esta agitación una enfermedad del alma, y que le hace menos circunspecto, más descuidado de sí y de sus cosas, y más atento para las ajenas.
Como esta alma se desconoce a sí misma, se sale de sí y comienza a usar de todos sus sentidos y facultades para mirar y curiosear lo que pasa en el mundo exterior.
“Oye, tú, curioso, escucha a Salomón, escucha lo que te dice el Sabio: <>, como quien dice: vigila todos tus sentidos, custodia el mayor tesoro que es el amor y la gracia de Dios. ¿a dónde vas tú, curioso, cuando te apartas de ti? ¿a qué guarda te confías cuando te dejas abandonado? No debes mirar a todas partes, a la tierra debes mirar para aprender a conocerte; ella te pondrá ante los ojos que eres polvo y en polvo te has de convertir”
San Bernardo dice que EL CURIOSO IMITA A DINA, A EVA Y AL PROPIO SATANÁS.
DINA, por curiosa, salió por el campo, y ello fue causa que la raptaran y le robaran la virginidad.
“¿Que necesidad tenías, Dina, de irte a mirar a las mujeres extranjeras?
¿qué te importaban a ti? ¿la curiosidad sola guió tus pasos?
¡quién iba a pensar que tu ociosidad curiosa, o tu ociosa curiosidad, iba a ser no vana, sino perniciosa, no sólo para ti y para tu familia, sino también para tus enemigos!”
¡También tú, EVA, estabas bien en el Paraíso, después te iban a llevar al cielo!
Todos los frutos del paraíso eran para ti, menos los del árbol del bien y del mal.
¿por qué entonces te recreabas en mirar lo que no te era lícito comer?
Si Eva dijera: ¿pero qué no puedo mirar a donde me plazca? Le respondería San Pablo: “todo me es lícito, pero no todo me es conveniente” El mirar no es necesariamente pecado, pero sí es ocasión de pecado.
Eva, ¿por qué quisiste probar bocado de ese fruto prohibido, que además sabía muy mal?
En parte por curiosidad, el árbol prohibido era el árbol de la ciencia del bien y del mal,
¡PERO EVA, NO DEBÍAS DE SABER MÁS DE LO QUE CONVENÍA SABER! Así, primero, la curiosidad atacó a Eva. Y Cuando la serpiente dijo: si comes, “de ninguna manera morirás”, se acrecentaron entonces los deseos de Eva, luego se excitó la gula, después la codicia con el “seréis como dioses”; y después terminó por desobedecer y comer del fruto prohibido.
“¡MALDITA CURIOSIDAD, QUE TE HIZO PERECER A Ti, a Adán, y a tus descendientes!
Por tu culpa, nacemos para morir, es más, antes de haber nacido, ya estamos muertos (pues somos concebidos sin gracia de Dios).”
Y EL CURIOSO IMITA TAMBIÉN AL MISMO SATANÁS.
“Eras imagen de Altísimo, colocado no en el paraíso terrenal, sino en las delicias del mismo paraíso de Dios, ¿qué más podías desear y apetecer?
Estabas lleno de sabiduría, y eras perfecto en hermosura,
¡no busques cosas más altas que tú, ni ambiciones lo que está por encima de tus fuerzas!
¡quédate en ti mismo, no pretendas elevarte a mayores grandezas!
PERO NO HACES CASO, Y DIRIGES curiosas miradas a quien es más alto que tú, y dices: “pondré mi trono allá arriba, y seré semejante al Altísimo”. ¿ADÓNDE TE LLEVÓ TU CURIOSIDAD, desgraciado? Te llevó a una gran presunción. Fue el comienzo de tu perdición y la de los tuyos. “SI EL ÁNGEL CAYÓ, FUE POR DEJARSE LLEVAR DE LA CURIOSIDAD, porque primero miró curiosamente, lo que después deseó ilícitamente y esperó conseguir presuntuosamente”.
3) DEFINICIÓN:
VANACURIOSIDAD.-
“Consiste este vicio en un instintivo deseo de conocer lo oculto y secreto de cualquier género, sintiéndose poderosamente instigada el alma hasta conseguirlo. Basta que una cosa, por insignificante que sea, tenga el tinte del secreto y del ocultamiento, para que el deseo se vea apremiado, ansioso e instigado”. “Es una inclinación a satisfacer nuestra necesidad natural de saber, mediante conocimientos inútiles, peligrosos o malos.”
SANTO TOMÁS:
El hombre tiene una inteligencia dada por Dios cuyo objeto es conocer la verdad.
La inteligencia quiere conocer la verdad, y la verdad es en sí buena.
En lo que puede haber desorden es en el apetito, en el gusto desordenado por conocer las verdades, por conocer las cosas.
HAY 4 MANERAS EN QUE ESTA CURIOSIDAD POR CONOCER ES DESORDENADA:
a) Cuando uno se dedica a estudiar, o a curiosear en cosas menos útiles (o inútiles) y por ello se descuida el estudio de las cosas más importantes que a uno le incumbe por necesidad.
“No escudriñes con ansias las cosas superfluas” (Ecli.3,24).
b) Cuando uno se pone a curiosear cosas malas (en cuanto a la fe, a la moral, etc.).
c) Cuando lo que uno quiere saber, no lo está refiriendo a la gloria de Dios y al provecho del prójimo (querer enterarse de chismes, críticas, murmuraciones).
d) Y cuando uno quiere saber cosas que están sobre su capacidad, ya que por esto los hombres caen en muchísimos errores.
“No busques lo que es sobre tu capacidad, ni escudriñes aquellas cosas que exceden tus fuerzas; sino siempre piensa en lo que te tiene mandado Dios, y no seas curioso de sus muchas obras” (Ecles. 3,22)
“Muchas cosas se te han enseñado que sobrepujan la humana inteligencia. A muchos sedujo la falsa opinión que formaron de ellas” (Ecles. 3,26)
4) LA CURIOSIDAD ES UN VICIO TERRIBLE
“La curiosidad es hija de la imaginación loca y desordenada; la hermana de la curiosidad es la inquietud. Por eso, la persona curiosa, es inquieta y desordenada.
En todos los estados, clases y condiciones existe este maldito vicio de la curiosidad”.
ES UN VICIO MUY ODIOSO que a veces trae funestas consecuencias, y acarrea al alma muchísimos y grandes males. MUCHAS VECES, AL SATISFACERSE LA CURIOSIDAD, uno encuentra el veneno que causa la muerte del alma (como le pasó a Eva y a Satanás);
OTRAS VECES, al curiosear, el alma recibe profundas puñaladas, arrepintiéndose después de haber curioseado (como le pasó a Dina).
LA CURIOSIDAD DESPIERTA PASIONES TERRIBLES. ES SOBRE TODO, UN VICIO DE LAS MUJERES, que llega a inocular con su veneno a miles de corazones. Mucho cuesta a las mujeres dominar este natural instinto de la curiosidad. Que nace y crece con ellas, desarrollándose en toda su extensión cuando no se le combate por medio de las virtudes morales.
SÓLO LA VIRTUD ES CAPAZ DE MODERAR LOS BRÍOS DE LA CURIOSIDAD, sólo la santidad llega a dominarla; digo a dominarla, no a matarla, porque la curiosidad sólo muere cuando muere la criatura.
GRAN TRIUNFO HABRÁ CONSEGUIDO LA MUJER QUE LLEGUE A DOMINAR LA CURIOSIDAD, y crea entonces que ha dado un gran paso en la vida espiritual, pues donde reside la curiosidad, es imposible que exista la acción y santa quietud del Espíritu Santo.”.
5) MORTIFICACIÓN DE LA CURIOSIDAD:
· VISTA:
- Cerrar los ojos ante todo a todo espectáculo peligroso (T.V, Internet), e incluso tener la valentía de cerrarlos a todo espectáculo vano e inútil (Novelas, diversos programas televisivos). Ver sin mirar; no fijarse en nadie para discernir su belleza o fealdad.
- Por la inmortificación de la vista se derrumbaron hombres que parecían de una virtud inquebrantable. Por ejemplo, el REY DAVID (2 Rey.11,2-4) Por eso, sin el control de la vista es muy difícil mantenerse en el camino de la virtud y aún en el simple estado de gracia.
- Muy bien lo comprendió el Santo Job, que “hizo pacto con sus ojos de no mirar doncella alguna”(Job.31,1) (SAN LUIS GONZAGA, incluso, no quería levantar su mirada para ver a su mamá).
- Con esta mortificación de la vista no sólo se evitan pecados de impureza, sino también, según lo dice San Juan de la Cruz, la curiosidad de los ojos produce vanidad de ánimo, codicia, descompostura exterior e interior, envidia.
- Es bueno saber privarse también, a veces, de los espectáculos interesantes y honestos: es el medio para adquirir dominio sobre el sentido de la vista y sobre los demás sentidos. (SAN JUAN BOSCO, preparaba con sus niños, obras de teatros para las fiestas importantes, después de muchos ensayos, llegaba el gran día de la fiesta, y se desarrollaba la obra de teatro, la gente estaba feliz, cuando se acercaban los momentos culminantes de la obra, los de mayor emoción, alguien vio a San Juan Bosco bajar la mirada…)
· OÍDO:
- No dar oído a los chismes, burlas, críticas, sospechas y murmuraciones. Es el medio de no cooperar al pecado de los que hablan mal, y de frenar sus tristes repercusiones.
· LENGUA:
- No preguntar a los demás sobre chismes, pecados, acciones sin interés del prójimo.
- Recordar que de toda palabra vana daremos cuenta a Nuestro Señor.
· IMAGINACIÓN:
- Mortificar la imaginación cuando uno comienza a pensar cosas sobre las demás personas (pecados, acciones, defectos).
· INTELIGENCIA:
- Debemos prohibirnos las lecturas frívolas, las novelas, el estudio de cosas malas o peligrosas; de las lecturas inútiles o de pura curiosidad;
- y también debemos controlar el tiempo que pasamos leyendo el periódico o escuchando las noticias. (Todas estas cosas dañan el recogimiento, la unión con Dios, y nos hacen perder un tiempo que debemos íntegramente a Dios).
CONCLUSION
Sí, Queridos fieles, LA CURIOSIDAD, PRIMER GRADO DE ORGULLO, vicio terrible que puede ocasionar terribles consecuencias.
NUNCA OLVIDEN LO QUE LE PASÓ AL REY DAVID, a la esposa de Lot, a Dina, escarmentemos en carne ajena.
PRACTIQUEMOS ESTA MORTIFICACIÓN BÁSICA de la curiosidad que hemos indicado.
Ó también, COMO DICE UN AUTOR:
“EL REMEDIO GENERAL para toda curiosidad es el recogimiento exterior e interior del corazón, unido a un amor muy grande a Dios, porque el que ama a Dios con todo el corazón, no se ocupa ni se entretiene en cosas insignificantes, no anda por allí curioseando; sino que directamente busca y se lanza a agradar a Dios de la manera más perfecta que le permiten sus fuerzas.
RECUERDEN TAMBIÉN EL PRIMER GRADO DE HUMILDAD, que se opone a la curiosidad, el cual es: mirarse uno mismo, y reconocer en nosotros nuestra propia miseria.
Sí, pensemos frecuentemente en lo pecadores que hemos sido, en lo pecadores que aún somos, en lo pecadores que podríamos llegar a ser, si Dios lo permitiera; Y ESTE SÓLO PENSAMIENTO NOS AYUDARÁ A MANTENERNOS en una humildad básica; Y ASÍ, NO ANDAREMOS CURIOSEANDO POR ALLÍ; no andaremos buscando la pajita en el ojo de nuestro hermano, pues bien sabremos que nosotros tenemos grandes vigas en nuestro mismo ojo, QUE HABRÁ QUE QUITAR PRIMERO, para así poder ver claramente, y ayudar mejor a nuestro prójimo.
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